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La oposición denuncia 46 tumbas sin identificar en un cementerio de Teherán

Ángeles Espinosa

A pesar de la campaña de descrédito y las presiones que las autoridades han lanzado contra ellos, los reformistas iraníes mantienen su desafío a Mahmud Ahmadineyad, cuyo Gobierno consideran ilegítimo. Por un lado, Mir Hosein Musaví ha lanzado bajo el nombre de Camino Verde de Esperanza un movimiento para mantener viva la contestación. Por otro, sus aliados y colaboradores siguen recogiendo pruebas de los excesos policiales durante la represión de las protestas por la reelección del pasado junio. Su último descubrimiento: 46 tumbas sin nombre en el cementerio de Behesht Zahra.

"Estoy convencido de que los muertos en la represión fueron más de los 69 que hemos recopilado en nuestra oficina", confía a Ali Reza Beheshtí, responsable del Comité de Apoyo a las Familias de las Víctimas. "Ayer informamos al Parlamento de que hay 46 personas enterradas sin nombre en la misma zona de Behesht Zahra que las víctimas de los disturbios", añade sin atreverse a sumar ambas cifras. "Algunos pueden ser los mismos de la primera lista, ya que no en todos los casos sabemos dónde están enterrados", advierte cauteloso. "Necesitamos recabar más información, pero resulta difícil porque muchas familias están preocupadas por su situación o temen que les detengan. Alguien les ha dicho que no faciliten información sobre las víctimas". La policía sólo reconoce 19 muertos, aunque el Parlamento ha hablado de hasta una treintena. Parecidas dificultades encuentran para probar las denuncias de violaciones a detenidos de ambos sexos que ha realizado Mehdi Karrubí, el otro dirigente reformista.

Beheshtí, uno de los más cercanos colaboradores de Musaví, se reunió la semana pasada con los miembros de la comisión especial creada por el Parlamento para investigar las denuncias de excesivo uso de la fuerza lanzadas por reformistas y conservadores moderados. "Les hemos ofrecido nuestra total cooperación, pero son ellos los que deben investigar porque tienen más acceso a la información", concluye.

En cuanto la acción política, Beheshtí respalda la decisión de Musaví de relanzar su movimiento. "Se trata de crear una red social que mantenga informada a la gente de todo lo que pasa en el país y trabajar como órgano de control", explica. Para ello, el líder opositor renunciará a todos sus puestos oficiales. Musaví es miembro del Consejo de Discernimiento, del Consejo Supremo de la Revolución Cultural y presidente de la Academia del Arte.

"El Camino Verde de la Esperanza se constituye para defender las aspiraciones legítimas del pueblo y defender sus derechos", afirma Musaví en el comunicado colgado en su página web. Aunque el texto no entra en detalles sobre la misión o actividades del nuevo movimiento, Beheshtí precisa que uno de sus objetivos es "obligar al Gobierno a cumplir toda la Constitución".

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Sobre la firma

Ángeles Espinosa
Analista sobre asuntos del mundo árabe e islámico. Ex corresponsal en Dubái, Teherán, Bagdad, El Cairo y Beirut. Ha escrito 'El tiempo de las mujeres', 'El Reino del Desierto' y 'Días de Guerra'. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense (Madrid) y Máster en Relaciones Internacionales por SAIS (Washington DC).

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