La insulsez a caballo
Una sola vuelta al ruedo -y además por su cuenta-, en una corrida de rejoneo lo dice todo.
El espectáculo de los caballos de ayer fue un fiasco por culpa de los toros. Seis piltrafas anodinas con cuernos desmochados mandó el señor Bohórquez a Bilbao.
Lo poco bueno mostrado ayer se vio en el primer toro de Hermoso de Mendoza con el caballo Silveti. Después de prender dos banderillas por separado hizo gala de torear, explicando a los otros caballos, quiere decir a sus dueños, que galopar no es torear.
Chenel cumplió en el quinto y de igual modo lo hizo Caviar (todavía recordamos la actuación memorable de este caballo en los últimos Sanfermines).
La parte histriónica-circense estuvo de lado de Sergio Galán. En sus dos toros, dos inválidos de libro, se empeñó en solicitar continuamente aplausos por cualquier movimiento que hacía. Mandaba saludos a cada uno de los espectadores sentados en los tendidos.
Bohórquez / Bohórquez, Hermoso, Galán.
Toros de Bohórquez. Inservibles para el rejoneo.
Fermín Bohórquez. Silencio en los dos.
Pablo Hermoso de Mendoza. Ovación en los dos.
Sergio Galán. Vuelta al ruedo por su cuenta y aplausos.
Plaza de toros de Vista Alegre. 15 de agosto. Primera de feria. Cerca del lleno.
Cada vez que prendía una banderilla dirigía sus ademanes triunfalistas reclamando aplausos al tendidos de los espectadores. Parecía tal cual como si fuera una orden, porque de otro modo le iba a dar al caballero un telele o, si se quiere, un flux.
De Fermín Bohórquez lo único destacable se lo llevó un caballo negro, de remos finísimos, bello como una noche estrellada, que salió en el cuarto de la tarde. Seguro que si ese caballo tuviera que tirar de un carromato destartalado su sola presencia lo convertiría en la carroza de Cenicienta.
Pablo Hermoso de Mendoza puede que sea el rejoneador más grande que ha dado la historia del rejoneo. Pero justo por esa razón hay que pedirle que no exija que pongan un rejoneador por delante de él una tarde sí y otra también. Por otra parte, así mismo debe reprochársele que no quiera enfrentarse como debiera a un rejoneador que se llama Diego Ventura. Es como si estuviera soslayando continuamente a ese rejoneador que le puede hacer un poco o un mucho la competencia.
La junta administrativa de la Plaza de Toros de Bilbao no ha estado a la altura de las circunstancias respecto a Hermoso de Mendoza frente a Diego Ventura. Ha consentido que la pareja en cuestión se haya dado en la Feria de San Sebastián y no en la de Bilbao. Alguno de los componentes de la junta ha llegado a decir que los carteles de la Feria de Bilbao de este año son los mejores de la historia. En cuanto a rejoneo ya se ha visto que no.
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