Prever lo previsible

Si se programan unas ampliaciones en los servicios sanitarios, especialmente en urgencias, frente a un posible aumento de la gripe A el próximo otoño, deberían hacerse con criterios que no presenten problemas de ejecución, que éstos ya se presentan solos.

La consellera de Sanitat catalana, Marina Geli, anunció por televisión que la solución que pensaban aplicar en Catalunya era la de doblar turnos. Ésa es, siempre, la peor. Sólo cabe adoptarla en emergencias, catástrofes o situaciones imprevistas que provocan accidentes múltiples. Si se preparan para hacer frente a una posible pandemia, con unos meses de antelación y teniendo en cuenta la notable escasez, la carencia de personal sanitario, especialmente enfermeras, lo lógico es plantearse una contratación, aunque sea temporal, y no dejar caer sobre los hombros ya tan cargados el castigo del doble turno... programado.

Esas horas extras las van a tener que pagar, naturalmente. ¿No es lógico dar trabajo a tantas enfermeras que no están contratadas? Los políticos han olvidado la lógica o quizá nunca estudiaron filosofía.