Nostalgia ochentera
Pau Freixas rueda 'Herois', una 'road movie' de reencuentros con Àlex Brendemühl y Eva Santolaria
Un descapotable entra en una finca de Dosrius (Maresme) donde pastan media docena de caballos. El coche se para. Una joven con camiseta roja y pelo corto se incorpora de su asiento. Finge que silba a alguien. Salta del automóvil y corre hacia él. El hombre que conduce sale del vehículo y deja ver su indumentaria: camisa sudada de manga larga, corbata roja, zapatos y calcetines negros, y un pantalón bombacho verde botella que le da un aspecto ridículo. Vuelve la chica, los dos suben al coche y dan media vuelta.
Àlex Brendemühl y Eva Santolaria, los protagonistas de Herois, la película que el director Pau Freixas rueda estos días en varias localizaciones del Maresme, repiten una y otra vez la escena hasta conseguir los planos largos, cortos y contraplanos correctos. Hace un sol de justicia y el silencio que impone el director sólo lo interrumpe el relincho de los equinos, que observan curiosos el trasiego de actores y técnicos, y el cantar de las chicharras que parecen aumentar el calor de la jornada.
La película muestra el verano de 1984 desde la mirada de cinco niños
Brendemühl da vida a Sala, un publicista obsesionado con su trabajo que recoge de la carretera a Cristina, la joven autoestopista que interpreta Santolaria. Los dos comienzan un viaje de dos días, en el que viven una relación llena de conflictos, mientras descubren que en 1984, cuando eran niños, compartieron unas vacaciones estivales que acabaron de forma trágica y traumática. Les acompañan en el reparto como secundarios de lujo Lluís Homar, Emma Suárez, Nerea Camacho y Constantino Romero.
Pau Freixas, tras dirigir títulos como Cámara oscura, Muñecas rusas y Cactus, rueda ahora esta película, una road movie, "pero también", matiza el director, "una comedia agridulce con un componente de nostalgia, sobre las relaciones de dos adultos que no tienen nada en común y sobre el descubrimiento del mundo y las primeras historias de amistad, amor y desamor de la infancia". Freixas es el autor del guión junto a Albert Espinosa (Planta 4ª y No me pidas que te bese porque te besaré).
En el filme hay dos épocas que se entrecruzan. La actual y la de un verano de la década de 1980 en que una pandilla de cinco niños pasa el verano en un pueblo de la costa. "La escena del coche es la última de los adultos, pero con los niños rodaremos hasta el 27 de agosto", explica el director durante un descanso. Antes han filmado escenas en Palamós, el pantano de Sau y Gavà, y en las próximas semanas estarán en Dosrius, donde conviven los cinco niños, "seleccionados entre 500, como si estuvieran en unas colonias mundiales", cuenta Freixas. "Haría cualquier cosa por creer en la amistad como lo hacen los niños, pero los adultos tenemos que esforzarnos", reflexiona el director.
"Hemos querido reflejar parte de la década de 1980 que vivimos Albert Espinosa y yo, de la que guardamos buen recuerdo", afirma el director. Por eso, se ha cuidado al detalle la ambientación, que no deja de sorprender a los jóvenes actores que dan vida a los niños: comen Peta Zetas, chicles Bazoca y pastelitos Pantera Rosa, visten zapatillas Victoria y camisetas Abanderado, juegan con las Manos Locas, ven películas en el Cine Exin, montan bicicletas Orbea y llevan en los brazos calcomanías de la calabaza Ruperta, mascota del programa Un, dos, tres, que causaba furor en la única televisión que había.
La película, con un presupuesto de 3,5 millones de euros, está producida por MediaFilms (El truco del manco y Yo soy la Juani) y su estreno está previsto para la primavera de 2010.
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