Rabat y el Polisario reanudan el diálogo sobre el Sáhara
Los negociadores se reúnen durante tres días en Austria
Marruecos y el Frente Polisario reanudaron ayer, cerca de Viena, la negociación sobre el Sáhara Occidental interrumpida desde hace 18 meses. Los independentistas saharauis y el Gobierno marroquíes mantienen posiciones enrocadas, pero el contexto en el que se desarrollan las conversaciones no es ya tan favorable a las tesis de Rabat.
El Polisario sigue exigiendo desde hace 34 años un referéndum de autodeterminación, en el que los saharauis puedan pronunciarse por la independencia, mientras que Marruecos ofrece, desde abril de 2007, una autonomía para la antigua colonia española que estaría bajo su soberanía.
Esta propuesta de autonomía era vista con simpatías por la Administración del presidente George Bush, Francia, España y Peter van Walsum, el anterior enviado personal para el Sáhara del secretario general de la ONU. Por eso el Polisario le rechazó como mediador forzando su dimisión hace un año.
El mediador Ross se inclina por celebrar a largo plazo una consulta
La nueva actitud de Obama preocupa al Gobierno de Marruecos
Desde entonces hay un nuevo mediador, el estadounidense Christopher Ross. Tras efectuar dos giras por el Magreb ha convocado a los viejos adversarios en un lugar secreto, sin prensa, situado a unos 90 kilómetros de Viena. Les ha pedido además que las delegaciones sólo tengan dos miembros, aunque podrán disponer de asesores.
La representación marroquí la componen el ministro de Asuntos Exteriores, Taieb Fassi Fihri, y el jefe del servicio secreto exterior, Yassin Mansouri. La del Polisario la integran Mahfouz Weld Biba, presidente de su Parlamento, y Mohamed Khadad, coordinador con la Minurso, el contingente de la ONU desplegado en el Sáhara.
Al cambio de mediador se añade el aparente distanciamiento de la Administración de EE UU, desde el inicio del mandato de Barack Obama, de las posiciones mantenidas por su predecesor. Obama hizo llegar a principios de julio una carta al rey Mohamed VI en la que no menciona la oferta de autonomía marroquí. "Mi Gobierno trabajará con el Suyo", anuncia Obama al monarca, "y con otras partes implicadas en la región para alcanzar una solución que responda a las necesidades de la población en términos de gobernanza transparente, de confianza en el Estado de derecho y de una justicia equitativa".
Estas palabras han preocupado a las autoridades marroquíes. El portavoz del Gobierno, Khalid Naciri, afirmó que las lecturas pesimistas, para Marruecos, de la carta presidencial "no reflejan un análisis correcto de su contenido". Más recientemente declaró a una delegación de asesores de congresistas de EE UU que "la diplomacia norteamericana es consciente de que la creación de una nueva entidad en la región sería un factor de inestabilidad". Si es así no lo ha expresado en público.
El mediador Ross no ha indicado aún qué planes tiene, pero algunos de sus interlocutores durante su gira de junio señalan que parece inclinarse por establecer en el Sáhara una entidad aún no definida cuyo futuro sólo sería dirimido en una consulta a celebrar años después su creación. El proyecto podría tener cierto parecido con el formulado en su día por el norteamericano James Baker, otro mediador al que el rechazo de Rabat llevó a dimitir hace cinco años.
Antes de que se inicien en Austria las conversaciones, otro diálogo, entre jóvenes, que debía empezar el miércoles pasado en Oxford (Reino Unido), ha fracasado. La ONG británica Talk Together proyectaba reunir, por primera vez, en un campamento de verano a un estudiante marroquí, otro saharaui procedente de El Aaiún (Sáhara bajo control marroquí) y a un tercero de los campamentos de refugiados de Tinduf (suroeste de Argelia). Rabat impidió a los dos primeros volar a Londres, según Amnistía Internacional, para impedir la celebración del encuentro.
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