López anuncia tolerancia cero con cualquier apoyo a ETA en las fiestas
"La calle es nuestra. No habrá espacio a la impunidad", recalca el 'lehendakari'
El Gobierno vasco no quiere dejar ni un hueco en las calles de Euskadi que pueda servir para la propaganda de ETA cuando las tres capitales van a celebrar de forma sucesiva, como cada agosto, sus fiestas. El lehendakari, Patxi López, recalcó ayer con rotundidad en el principal acto institucional de las recién comenzadas fiestas de La Blanca que "no debe haber ni un espacio para la impunidad" de los violentos. López lanzaba así un contundente mensaje de tolerancia cero a la izquierda abertzale radical tras la polémica de las últimas semanas sobre la presencia en las calles de símbolos o pancartas de apoyo a ETA y sus presos, en la que el lehendakari apenas ha entrado en persona.
Ares se reúne con mandos de la Ertzaintza en Vitoria para ver la seguridad
El lehendakari quería que no quedase duda de sus intenciones, cuando las asociaciones de familiares de presos ya han adelantado que quieren usar el altavoz de las fiestas más multitudinarias de Euskadi para apoyar a los reclusos de la banda. El colectivo Etxerat llegó a espetar a Interior que la retirada de las calles de pancartas y carteles supone "una batalla perdida" y que las fotos "van a seguir en la calle".
López aprovechó la tradicional recepción de autoridades en el día de La Blanca, a la que fue invitado por el alcalde, el socialista Patxi Lazcoz, para enfatizar que tanto los carteles que alientan a ETA como las fotografías de terroristas "ofenden nuestra propia dignidad", por lo que "cualquier intento de invadir el espacio público festivo para apoyar al terrorismo será impedido" por los diferentes cuerpos policiales. "Va a ser una dura batalla, pero la vamos a ganar", sostuvo en su primer discurso público tras el atentado de ETA en Mallorca, que costó la vida la pasada semana a dos agentes de la Guardia Civil.
Agentes de la Ertzaintza y de la Policía Local vitoriana se pasaron buena parte de la madrugada del martes, horas antes del inicio de las fiestas, retirando carteles con las fotos de presos de ETA de varias calles del Casco Medieval de la capital alavesa. Los carteles volvieron a ser colocados por los radicales varias horas después. A media tarde de ayer, las paredes de la calle de Cuchillería, en el centro de la ciudad, estaban vestidas con fotografías de terroristas presos, aunque había desaparecido el gran letrero que estaba instalado hace poco en ese lugar.
Interior es consciente de que sus agentes van a estar jugando al ratón y al gato con los radicales durante las próximas semanas en los recintos festivos de las tres capitales. "No vamos a ceder", reiteraron fuentes del departamento tras recordar que ya acabaron con el muro de la vergüenza de Mondragón, en el que se exhibían las fotografías de más de una decena de presos de la banda. El consejero de Interior, Rodolfo Ares, se reunió el mismo lunes con mandos de la Ertzaintza en Vitoria para intentar frenar esas actuaciones y analizar las medidas de seguridad.
El lehendakari se mostró contundente al asegurar: "La calle es el espacio de la libertad y la convivencia, y por eso los ciudadanos pacíficos y con ganas de diversión vamos a demostrar que la calle es nuestra y vamos a disfrutar de la música y del baile, de la danza, de los fuegos artificiales y de la gastronomía". López insistió en su llamamiento a los demócratas para recuperar la calle para el objetivo de la libertad, después de muchos años en los que el entorno de ETA ha difundido "su macabra realidad", que no se prmitirá a los violentos seguir imponiendo.
[Agentes de la Ertzaintza retiraron a mediodía de ayer dos artefactos incendiarios, de los que uno estaba parcialmente explosionado y otro intacto, de la estación denominada Traslaviña, que Feve tiene en la localidad vizcaína de Arcentales. Los artefactos fueron descubiertos por personal de la estación, cuyas instalaciones no sufrieron daños].
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