"Mi hijo era un buen soldado"
El padre del hombre apuñalado a la salida de una discoteca dice que murió defendiendo a su hermana
La familia de Norman Rodrigo Cevallos, el hombre de 21 años que murió la madrugada del pasado domingo tras recibir tres puñaladas en la calle de Cea Bermúdez, se agolpaba ayer junto al Instituto Anatómico Forense. Lloraban y se lamentaban por su mala suerte. Cevallos acababa de ser padre hacía 15 días y precisamente salió a celebrarlo la misma noche en la que falleció. Era soldado de caballería y estaba destinado en un cuartel de Zaragoza. "Mi hijo era un buen soldado. Estaba muy contento en el Ejército. Norman era una persona extraordinaria, demasiado bueno", se lamentaba el padre de Cevallos.
La policía ya ha detenido a una de las personas que participó en la pelea -con antecedentes por robo y agresión sexual-, y busca a otras dos para aclarar quién fue el autor material de las puñaladas que acabaron con la vida del soldado. Su hermana, que ayer lloraba junto a sus padres, también resultó herida de dos cuchilladas en una pierna. "Ocurrió muy rápido", recordaba ayer, "se acercaron unos hombres y se metieron conmigo". Según su relato, su hermano salió en su defensa. Los agresores se marcharon, pero regresaron a los pocos minutos, esta vez armados.
Ceballos llevaba 10 años en España y ya tenía la nacionalidad
Norman será enterrado mañana en el cementerio de Carabanchel. Una delegación de sus compañeros militares estará presente para darle su último adiós.
Apoyados unos sobre otros. Destrozados por una mezcla de dolor y rabia. Los familiares de Norman Rodrigo Cevallos Yanes, un militar profesional de 21 años muerto a cuchilladas el domingo, salieron ayer destrozados del Instituto Anatómico Forense. Eran poco más de las dos y media de la tarde y ya no aguantaban más. Una vida truncada y un hijo de tan sólo 15 días que se queda huérfano. "No hay derecho que digan que mi hijo tenía antecedentes penales cuando era imposible que con ellos hubiera ingresado en el Ejército", se quejaba amargamente el padre del fallecido, Rodrigo Cevallos.
Norman Rodrigo Cevallos murió la madrugada del domingo tras recibir tres puñaladas: dos en el pecho y la tercera, mortal de necesidad, en el cuello. Acababa de salir con su hermana y otros tres amigos de la discoteca de ambiente latino Aqua Barra, en el número 21 de la calle de Cea Bermúdez. "Se acercaron a nosotros unos hombres y se metieron conmigo. Yo no entendí ni lo que decían. Mi hermano salió en mi defensa. Les dijo que qué les pasaba y se marcharon", recordaba ayer la hermana del fallecido, Estefanía, de 19 años.
A los pocos minutos volvieron los mismos hombres, pero esta vez armados, según la familia. Se inició una reyerta en la que Estefanía resultó herida, con dos cuchilladas a la altura de la rodilla derecha. Ayer aún caminaba con una visible cojera. "Ocurrió muy rápido. Yo ni siquiera supe qué me habían dicho", añadió Estefanía. Su hermano tuvo peor suerte.
"Todo esto es una desgracia. No hay derecho a que tengan abiertas discotecas a esas horas de la madrugada en las que se producen tantas peleas y reyertas", se quejaba ayer el padre del fallecido. El hombre aseguraba que los servicios de emergencia tardaron más de 20 minutos en acudir al lugar del crimen. Un portavoz del Samur-Protección Civil negó este hecho y aseguró que la UVI móvil tardó ocho minutos en llegar desde que fue avisada.
Norman había sido padre hacía tan sólo 15 días. De hecho, salió a celebrarlo junto a sus amigos y hermanas. Hoy martes tenía que regresar al cuartel al que pertenece, en Zaragoza. Era soldado de caballería del regimiento ligero acorazado. Entró en el Ejército en diciembre del año pasado. Su primer destino fue Valladolid, pero luego le trasladaron. "Mi hijo era un buen soldado. Le gustaba mucho el Ejército. Además, le habían dado 10 días por su paternidad y estaba feliz por ello", destacó su padre. "No sé por qué le apuñalaron sólo a él, porque no les conocía de nada. Tampoco ha estado en una banda juvenil como han dicho por ahí. Mi hijo era muy sano, muy alegre y nunca se metía en problemas", añadió.
La policía ha detenido hasta el momento a una persona de nacionalidad ecuatoriana de 22 años, conocido como El Muñeco, que tiene antecedentes por robo con fuerza, por agresión sexual y por robo con violencia e intimidación. La investigación está abierta todavía, ya que hay otros dos hombres implicados. A través de sus declaraciones se espera despejar la incógnita de quién fue el autor material de las puñaladas que costaron la vida al soldado profesional. "No sabemos. He ido a declarar a la policía, pero, como hay secreto del sumario, no nos han dicho nada de cómo van las investigaciones. Sólo le pido a Dios que haga justicia y que los que mataron a mi hijo cumplan todo lo que les corresponde", mascullaba el padre entre sollozos.
Cevallos llevaba en España unos 10 años. Ya había conseguido la nacionalidad española. Conoció a su actual pareja cuando ambos estudiaban en el instituto. No se habían casado para evitarse el papeleo. Ahora tenían previsto formalizar su relación a través de su inscripción en el registro regional de parejas de hecho. Su compañera, rodeada de familiares, no quiso hacer declaraciones. Salió del Instituto Anatómico Forense muy afectada.
"Mi hijo era una persona extraordinaria. Era lo más grande. Demasiado bueno. Por eso le ha pasado lo que le ha pasado", afirmó su madre, Cecilia. "Sus compañeros le querían mucho. Era muy disciplinado y educado. Sus compañeros y sus mandos estaban encantados con él y ahora le han fastidiado la vida", añadió a renglón seguido el padre. Una delegación de sus compañeros estará presente en el entierro, que se celebrará mañana en el cementerio de Carabanchel. El velatorio se instalará en el hospital militar Gómez Ulla.
"Sólo espero que esto no vuelva a ocurrir y que se acabe con tanta violencia", concluyó el padre de Cevallos.
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