Muere un hombre al caerse por el hueco de un ascensor

Fernando Fernández, de 54 años, fue hallado muerto ayer en el foso del ascensor de su casa del distrito de Hortaleza. Lo encontró un vecino sobre las ocho de la mañana, con la cabina parada entre dos pisos. Según los vecinos, el hombre quedó atrapado en el ascensor y cayó desde siete metros de altura al tratar de alcanzar el descansillo del piso de abajo. La Policía Nacional investiga la causa del accidente.

"Hay muchas versiones de cómo pudo caer", comentaba una señora mayor del barrio ante la vivienda del muerto, número 2 de la calle de Guisona. En el bar y alrededores circulaban distintas versiones: que el ascensor se desplomó con Fernando dentro, que éste tuvo un infarto antes de caer, que si fue por la mañana o la noche anterior, que sonó la alarma de madrugada y nadie atendió la llamada de auxilio y, la más plausible, que la máquina se detuvo, Fernando quiso salir, cayó y se mató contra el suelo.

El aparato se instaló este año y nunca había dado problemas

Manuel Baena, 81 años, vecino de edificio del fallecido, exponía en la barra la hipótesis principal: "Se ve que quiso saltar para alcanzar el pasillo y en vez de poner el pie en la losa, lo puso en el filo y se escurrió". Fernando cayó por el espacio que hay entre la cabina del ascensor y el suelo del pasillo, mayor de lo normal al tratarse de un ascensor especial, construido en el exterior de este antiguo edificio de Hortaleza. La estructura traslúcida que contiene la máquina permitió que el vecino viera el cadáver en el foso, según comentaba la gente del barrio.

El ascensor se instaló este año y los vecinos aseguran que funcionaba sin problemas. La investigación policial descubrirá si un fallo mecánico provocó el accidente.

Fernando Fernández no tenía hijos y vivía solo en su casa desde que su padre murió el año pasado. Estaba prejubilado de su trabajo de auditor del Banco Santander. Ayer lo recordaban con cariño en el barrio: "Le solucionaba a todo el mundo los temas de papeleo". "Su familia lleva aquí desde que el barrio es barrio", contó una vecina.

Un hombre llamado Juan José Gallego, de 53 años, que decía haber conocido a Fernando desde el colegio, relató que cuando éste fue presidente de la comunidad de vecinos puso mucho empeño en conseguir un nuevo ascensor para el edificio. "Al final, le ha costado la vida", comentó.

El vecino que encontró el cuerpo de Fernando llamó en seguida a la policía. El Samur certificó que la muerte había sido instantánea, por un golpe en la cabeza, y los bomberos trabajaron durante diez minutos para recuperar el cuerpo del fondo del ascensor, usando escaleras y cuerdas en una maniobra complicada, según informó Emergencias Madrid.

Un juez se presentó por la mañana para levantar el cadáver, que pasó el resto del día en el Instituto Anatómico Forense. Los psicólogos del Samur calmaron los nervios de la pareja del fallecido y de sus familiares.

El accidente dejó a los vecinos intranquilos. Querían explicarse cuándo y cómo ocurrió todo. ¿Por qué se paró la máquina entre dos pisos? ¿Volvía Fernando Fernández a casa de noche o sacaba a pasear a su Yorkshire por la mañana? ¿Qué hizo para trastabillarse, caer y acabar su vida contra el firme?