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Cinco años de provisionalidad

El centro de salud de Adelfas (Retiro) está desde 2004 en un barracón - Sanidad asegura que es "prioritario", pero no lo recoge en el presupuesto

Elena G. Sevillano

Hace calor. Tanto que la gente se sienta arremolinada, buscando el torrente de aire fresco que sale de los aparatos de aire acondicionado. Están todos encendidos, pero no dan más de sí. Un abanico asoma de un bolso. El sol lleva todo el día pegando fuerte en el techo metálico del centro de salud Adelfas. Y se nota. Aunque mejor el calor que las inundaciones de todos los inviernos. Con las primeras lluvias fuertes, gotera al canto. Todavía puede verse un manchurrón de humedad en una de las consultas. Irene, de 43 años, levanta la vista de la revista de sudokus y resume en una frase el sentir general de sus compañeros de chorro de aire: "A todo se acostumbra uno".

Es cierto que algunos vecinos del barrio de Adelfas (Retiro) ya se han habituado. "Siempre lo he conocido así", sentencia casi con indiferencia otra usuaria que se mudó a la zona hace dos años. Pero a muchos otros no les parece normal que su centro de salud lleve más de cinco años en un barracón.

El prefabricado ocupa buena parte de una zona verde junto a la M-30
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"Nos tienen abandonados", opina Esteban, a la puerta del ambulatorio. Un prefabricado amplio, incluso aparente, con su cubierta gris metalizada. Que podría pasar hasta por vanguardista. Pero barracón, al fin y al cabo. La Comunidad de Madrid lo instaló el 29 de marzo de 2004. Iba a ser provisional, claro. Hasta que se construyera el nuevo, junto al centro de mayores Pérez Galdós, en la confluencia de Doctor Esquerdo con Ciudad de Barcelona.

Pero la provisionalidad se ha alargado. Más de cinco años. Y no tiene visos de acabarse pronto. Los presupuestos de 2009 no contemplan inversión para el centro de salud Adelfas. La Consejería de Sanidad, sin embargo, asegura que es uno de los centros "prioritarios" dentro del plan de infraestructuras para esta legislatura. Mientras tanto, el solar que el Ayuntamiento cedió al Gobierno regional en 2004 está a la espera. De momento, funciona como zona de juegos infantiles.

No sólo es el calor. Ni siquiera las goteras y las inundaciones, comprensibles teniendo en cuenta que el techo -provisional, como todo- no drena bien. Los trabajadores enumeran otras contrariedades, como la falta de espacio. Durante un tiempo, una de las consultas se usó como almacén. Cuando hubo que habilitar la consulta, el almacén pasó al vestuario masculino. Y ahí sigue. El centro, además, está en un extremo de la zona básica de salud que atiende, a escasos metros de la estación de Puente de Vallecas, lo que obliga a los usuarios -muchos, personas mayores- a recorrerse el barrio para acudir a consulta.

Fuera, en uno de los extremos, el barracón aparece cubierto de pintadas. Alguien ha decidido arrancar dos bancos y los ha plantado a los pies de una pequeña escalera, que se supone que es la salida de emergencia del centro. En caso de urgencia, si hubiera que salir corriendo, habría que saltar por encima. A falta de un sitio mejor, Sanidad instaló el prefabricado en una zona verde, una franja estrecha, comprimida entre la calle de Cerro Negro y la M-30, con columpios infantiles y una cancha de baloncesto.

"El barracón está ocupando una de las pocas zonas verdes que tenemos en el barrio", critica la presidenta de la asociación de vecinos Los Pinos de Retiro Sur, Edurne Irigoien. Miembros de su entidad se manifestaron en 2006 y se encerraron en el centro el año pasado.

Resulta, según cuentan los trabajadores, que también es una zona de botellón muy codiciada. Los chicos se sientan por la tarde en los bancos de la salida de emergencia. Dentro de las consultas se oye todo. Es lo que tienen las paredes finas.

Sanidad asegura que "bajo ningún concepto" se puede llamar barracón al barracón. Es, precisa una portavoz, "una construcción prefabricada con todos los espacios perfectamente definidos". El centro de Adelfas era uno de los 50 ambulatorios que la presidenta, Esperanza Aguirre, prometió construir en la anterior legislatura. Llegó a entrar en los presupuestos, pero en 2004, después de que el Ayuntamiento cediera el terreno, los vecinos de la asociación Puerta de Retiro presentaron una demanda judicial porque no estaban de acuerdo con el sitio escogido para construir el ambulatorio.

"Con motivo de esa demanda, se paralizó el expediente", aduce Sanidad. "De no haberse producido, ya estaría funcionando". Lo cierto es que hace ya tres años que el Tribunal Superior de Justicia falló contra los vecinos y dio vía libre a Sanidad. "Ya no hay excusa", insiste Irigoien.

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Sobre la firma

Elena G. Sevillano
Es corresponsal de EL PAÍS en Alemania. Antes se ocupó de la información judicial y económica y formó parte del equipo de Investigación. Como especialista en sanidad, siguió la crisis del coronavirus y coescribió el libro Estado de Alarma (Península, 2020). Es licenciada en Traducción y en Periodismo por la UPF y máster de Periodismo UAM/El País.

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