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25 heridos del accidente de Sant Pol vuelven a Holanda

Las vacaciones se acabaron prematuramente para los 68 ocupantes del autobús que el jueves volcó al tomar la salida de la autopista C-32 a la altura de Sant Pol de Mar (Maresme). Algunos de los heridos leves del grave accidente, que se saldó con seis muertos y 27 heridos, pusieron fin a su estancia en Cataluña ayer, y tomaron un avión rumbo a Holanda, país de origen de la mayoría de ocupantes del autobús. Sunweb, la agencia que gestionó algunos de los viajes -no era un viaje en grupo, sino que cada turista contrató su estancia-, fletó un avión que partió por la tarde desde Girona hacia Holanda, con los 25 turistas que ya no precisan de atención médica.

Ayer 19 personas seguían ingresadas en varios hospitales de la provincia de Barcelona, once de ellas con pronóstico grave. Según fuentes de la Generalitat, los heridos evolucionaban favorablemente dentro de la gravedad. Una treintena de familiares llegaron entre el viernes y ayer a Cataluña para arropar a sus allegados durante su recuperación. Los seis cuerpos de los fallecidos, cuya identidad no ha trascendido, seguían a la espera de ser repatriados a su país de origen, a falta de que se solucionen los trámites para efectuar el traslado. El embajador de Holanda en España, J.G. Van Hellenberg Hubar, y el cónsul en Barcelona, Jan-Jaap Van de Velde, se reunieron con la delegada territorial de la Generalitat en Barcelona, Carme San Miguel, y le pidieron que se agilice el retorno de los cuerpos.

La investigación sobre las causas del accidente seguía ayer con la mayoría de hipótesis abiertas. Tras descartar el alcohol -el conductor dio negativo en el control- y un fallo mecánico como causas del siniestro, los esfuerzos de los Mossos d'Esquadra se centran en analizar el tacómetro del autobús para saber si, tal como sostienen los testigos, el vehículo tomó la curva con exceso de velocidad.

El último en apoyar esta tesis es el conductor del turismo que arrolló el autocar mientras volcaba, que resultó herido leve. En declaraciones a TV-3, Eduardo García narró desde el hospital los angustiosos momentos que vivió tras quedarse atrapado debajo del autobús: "Iba por mi carril y vi de pronto como el autocar venía, ya de lado, directamente hacia mí. Quedé atrapado debajo del vehículo, y cuando pude salir, vi muchos niños, y había mucha gente gritando y llena de sangre". Él mismo llamó, con el móvil de una turista holandesa, a los servicios de emergencia.

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