"Volvemos a saber que se trata sólo de hacer la mejor música"
Para el compositor Benet Casablancas (Sabadell, 1956), el cuarteto de cuerda es "la forma musical más grande de la música", la que ama profundamente y en la que, a su juicio, "los compositores han dado lo mejor de sí mismos". Esta noche, el Cuarteto Arditti le estrena en el marco del Festival de Torroella de Montgrí (Baix Empordà) su Cuarteto núm. 3, que el compositor ha escrito a petición de Irvine Aditti, líder de esta prestigiosa formación, auténtica referencia mundial en la interpretación de música del siglo XX y XXI. El estreno llega tras tres días de grabación, en la misma población ampurdanesa, de un disco con la integral de los cuartetos del compositor catalán, que editará el sello Fundación Autor.
"Después de haber trabajado tanto escribiendo música para orquesta, te das cuenta de hasta qué punto el del cuarteto de cuerda es un género dificilísimo que no admite distracción", comenta Casablancas, uno de los compositores españoles cuya obra se divulga más, tanto en España como en el extranjero. "Mi lenguaje musical siempre ha sido muy polifónico y en los últimos años he incorprado colores y texturas que me han obligado a reformular mi línea actual para adaptarla a medios mínimos como son los cuatro instrumentos que forman un cuarteto. ¡Ha sido apasionante!", confiesa.
Musicalmente, Benet Casablancas se declara un compositor "liberado", desde hace tiempo, de las influencias musicales de su etapa formativa, las tendencias y las modas. "Con el tiempo te das cuenta de que lo único importante es hacer la obra con la mayor calidad posible y escuchar tu propia voz. A lo que aspiro es a conmover con mi música, a inquietar, a sugerir. En resumen, a que mi obra llegue al público", explica.
Considera el compositor que la frecuente aversión de los melómanos hacia la música contemporánea es el peaje que, especialmente en España, señala, se sigue pagando por los excesos del pasado. "Hubo incluso compositores que en sus currículos ponían ¡que no habían estudiado en ninguna escuela! Se encargaban obras sin tener en cuenta criterios artísticos. Al público se le dio gato por liebre y todavía sigue a la defensiva", se lamenta.
"Pero los compositores han vuelto a hacer música con ganas. Volvemos a saber que sólo se trata de hacer la mejor música posible", afirma. Y añade: "Además, desde la creación de la Joven Orquesta Nacional de España y de la Jove Orquestra Nacional de Catalunya, la calidad de los intérpretes españoles ha aumentado mucho. Los todavía rezagados son los programadores, aún miedosos a la hora de incluir música contemporánea en sus temporadas y ciclos de conciertos".
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