Estados Unidos y China plantean las bases del nuevo orden mundial

Estados Unidos y China iniciaron ayer en Washington un diálogo estratégico y económico con la intención de remodelar el mundo de acuerdo a sus intereses como las dos únicas superpotencias. El presidente Obama afirmó que las relaciones entre ambos Gobiernos "determinarán el siglo XXI", ya que su cooperación es clave para atajar problemas globales como la crisis financiera, el cambio climático o la proliferación nuclear en países como Corea del Norte o Irán. Pero la tarea no será fácil. Ambos gigantes se disputan los mercados mundiales, se reprochan una competencia desleal, discrepan en derechos humanos y difieren en la urgencia de afrontar el calentamiento del planeta.