'Pulpu' para noctámbulos

Es probable que cuando llegue a Gijón se esté cociendo algo. Y ese algo seguramente sea un evento, un festival, unas jornadas culturales, un concierto... Gijón es una ciudad que se está reinventando y busca hacerse un hueco a base de dejarse ver con acontecimientos culturales como la Semana Negra, que comenzó en 1988 y es cita obligada para los amantes del género; Arte en la calle, con diversas propuestas culturales; el festival de música antigua y muchas más. Lo importante es mantenerse vital y esta ciudad norteña lo hace sin perder su carácter.

9.30 Café con bollos

Comenzamos el día en uno de los centros neurálgicos de la ciudad, el teatro Jovellanos (1) (en la actualidad restaurándose). Se alza en el Paseo Begoña, una de las zonas más frecuentadas por los gijoneses, uno de esos paseos peatonales que hacen la vida agradable al ciudadano. El teatro se levantó en 1899 en pleno ensanche. Junto a él, el café Dindurra - B (Paseo Begoña, 11), un clásico de la ciudad con una fantástica decoración art déco. Nada como sentarse a leer los periódicos en este veterano café. Si se puntúa a las ciudades por su bollería, tendremos que acercarnos a la confitería Balbona (3) (Cabrales, 90) y probar lo que sale de sus fogones. Seguro que saca buena nota.

11.00 Calles de vanguardia

El proyecto más innovador de la ciudad es La Laboral- D, ciudad de la cultura, y, dentro del proyecto, el Centro de Arte y Creación Industrial (Luis Moya Blanco, 261; 985 18 55 77; www.laboralcentrodearte.org). No está céntrico, pero llegan autobuses (líneas 1, 2, 4 y 18). En la grandiosa universidad, obra del arquitecto Luis Moya, se formaron varias generaciones de torneros, fresadores y maestros industriales de toda España. Ahora en su nuevo papel de ciudad de la cultura se mantiene a la última gracias a una programación muy atenta alas nuevas corrientes artísticas.

13.00 Un paseo sobre fina arena

El paseo de la playa de San Lorenzo (5) junto al coqueto parque de Isabel la Católica - F es una de las zonas verdes de la ciudad preferidas por los gijoneses desde su construcción en 1940. La playa es otro de los orgullos de la ciudad. No se le ocurra compararla con ninguna otra. Es una maravilla con sus casi dos kilómetros de arena fina a la que se accede por unas escaleras numeradas. La más conocida es la número 4, construida en 1933 para evitar las aglomeraciones al entrar o salir de la playa. Al final de la playa, a nuestra izquierda, la antigua lonja de pescadería municipal, hoy convertida en edificio municipal, refleja la importancia de la pesca en el barrio de Cimadevilla - G. Nos desviamos por la coqueta plaza mayor, construida en 1865 y que une el barrio de pescadores y el ensanche gijonés; un espacio con un encanto especial por su sencillez, medidas proporcionadas y falta de pretensión.

14.30 Las tascas de Cimadevilla

Hay un montón de tascas y bares para comer en Cimadevilla y el puerto. ¿La oferta?, pulpu con patatines, erizo de mar (oricio), parrochinas..., y todo regado con sidra, mucha sidra, a poder ser con denominación de origen. De postre, tarta gijonesa de almendra. Una de las mejores opciones es El Planeta (8) (Tránsito de ballenas, 4, 985 35 00 56), en la llamada Cuesta del Cholo, que está siempre muy animada, sobre todo si luce el sol. También podemos acercarnos a la sidrería El Lavaderu (9) (plaza del Periodista Arturo Arias, 1, 985 35 93 80), cuya clientela suele tomar la plaza que la acoge; o El Palacio (10) (plaza del Marqués, 3, 985 34 13 68).

17.00 Ballenas, cigarreras e indianos

Después de comer podemos subir hasta La Atalaya (11) donde se aprecia una de las mejores vistas de la costa. Desde aquí se avistaban las ballenas y no es de extrañar que la inmensa y emotiva escultura Elogio del horizonte - L, de Eduardo Chillida (conocida chocarreramente como el váter de King Kong), presida el entorno. Bajando nos toparemos con el pasado de la ciudad. La llegada de los indianos se refleja en el edificio racionalista (inaugurado en 1935) de la Fundación Honesto Batalón - M, un colegio financiado con el dinero emigrante. Su pasado industrial lo encontramos en la Antigua Fábrica de Tabaco (14) (plaza del Periodista Arturo Arias), que llegó a ocupar a 1.720 mujeres y 46 hombres.

18.00

Es la hora de toparnos con uno de los prohombres de Gijón, el ilustrado Jovellanos, cuyas huellas encontramos por toda la ciudad tanto por su plan de mejoras urbanísticas como por su espíritu ilustrado gracias al cual surgió el Instituto de Matemáticas, Naútica y Mineralogía. Jovellanos nació en 1744 en una casona palacio del siglo XV que hoy es Museo Municipal - O (plaza de Jovellanos, 2; 985 34 63 13; www.gijon.es), con una muestra de pintura asturiana de los siglos XIX y XX, además del curioso retablo del mar, un altorrelieve del escultor Sebastián Miranda que retrata la vida marinera. No faltan dos salas con objetos, muebles y cuadros de Jovellanos. Tras pasear por las callejas de Cimadevilla, podemos acercarnos al palacio Revillagigedo (16) del siglo XV (plaza del Marqués; 985 34 69 21), hoy centro cultural Cajastur.

Ciudad de Jovellanos

En la zona de Poniente está, en primer término, el puerto deportivo, y, un poco más allá, el pasado industrial de la ciudad. En la actualidad sólo se encuentra en activo El Musel (17) (el puerto). Toda la zona se reconvirtió en puerto deportivo y espacios como la antigua Rula (lonja), construcción del siglo XIX, se reciclaron a otros usos, en este caso a centro de exposiciones y actividades. Si caminamos hacia el oeste nos encontraremos con el Museo del Ferrocarril (18) (plaza de Estación del Norte, 985 30 85 75, www.gijon.es).

20.00 Zona de Poniente

'La antesala de la noche se vive a tope en las calles de la ciudad. Además de Cimadevilla, podemos acercarnos a la animada calle de San Bernardo - S y tapear en la sidrería El Globo. En cuanto a la cena, podemos optar por probar el típico cachopo, un filete empanado relleno de jamón serrano y queso acompañado con pimientos fritos y patatas fritas en El Estanco - T, en la plaza de Villamanín. Otra opción es La Ciudadela - 21 (Capua, 7, 985 34 77 32). Y para los que tenían pensado mariscada, La Zamorana (Hermanos Felgueroso, 38-40; 985 380 632). La noche sigue en locales como el Lobby, en la llamada La Ruta (por la calle de San Bernardo), o el Bananas - 22 en la zona de Poniente. Y un consejo para noctámbulos: los bares que más tarde cierran, cuando sale el sol, están en la zona del náutico.

21.00 Copas y cachopo

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