Una noche a la intemperie de humo negro y nervios
Estabilizado el incendio de Mojácar tras arder más de 3.000 hectáreas
A las cinco de la tarde del jueves, Luisa vio como el fuego se acercaba a su casa, a la espalda de la montaña que domina Mojácar (Almería). Minutos después, las llamas quemaban el coche de su hija, la caravana de su hermano, y "por poco nos quema a nosotros también". El viento, que ardía, soplaba a más de 80 kilómetros por hora y el incendio se propagaba con facilidad. Luisa y su familia, ayudados por la policía, salieron corriendo y escucharon como las bombonas de butano de la caravana explotaban apenas se habían ido. El jueves durmieron en cama ajena, como las más de 3.000 personas que tuvieron que ser desalojadas de sus casas en Mojácar y sus alrededores. Ayer, viernes, por la tarde, el fuego estaba estabilizado, el paso previo para que el Infoca, el dispositivo de prevención y extinción de incendios de la Junta de Andalucía, lo considere controlado.
La alcaldesa ha pedido que se declare el lugar zona catastrófica
El fuego se declaró el jueves por la tarde, a las 15.30. El dispositivo de emergencia se puso en marcha rápidamente. Protección Civil, Policía Local, la Unidad Militar de Emergencias (UME), la Guardia Civil, la Cruz Roja, el Infoca y quien pudo echar una mano se desplazó enseguida a Mojácar. En la mañana del viernes, el viento había perdido fuerza, se rindió. Las montañas sudaban humo. Pero un humo peligroso. Aún ayer por la tarde, después de haber refrescado toda la zona afectada durante horas (unas 3.000 hectáreas), el Infoca aún no daba el fuego por controlado. "Está estabilizado, pero no controlado, aún quedan las horas más peligrosas" explicó una portavoz.
"A las dos ya notamos el aire cálido, luego la ceniza, ¡remolinos de ceniza!". Tamara recordaba la madrugada del viernes los momentos antes de ser evacuada. "Pasó la Cruz Roja con un megáfono avisándonos del peligro y nos fuimos", dice exaltada.
Mientras los servicios de extinción luchaban contra el fuego, los pueblos que rodean Mojácar no dudaron en ofrecer su ayuda. Garrucha, el más cercano, habilitó un colegio, un instituto, una guardería, y un centro cultural. Más de 600 personas pasaron la noche en el pueblo vecino. Unos al raso, a la vera del puerto, otros en el centro cultural en una cama hecha de sillas.
Ayer el panorama era desolador. La alcaldesa, Rosa María Cano (PP), ha pedido que se declare el lugar zona catastrófica. Los pocos vecinos que ayer andaban por Mojácar miraban incrédulos el panorama. "Que desastre" era la frase que más repetían. El incendio, sin embargo, pasó por el pueblo como de perfil. Quemó casas en construcción, un comercio y villas de la falda de la montaña. "Por cómo era el viento ayer" aseguró un cabo de la UME "podría haber pasado cualquier cosa".
El Infoca no revela las causas del incendio. El cabo de la UME apunta que "quizá había raíces que seguían quemándose bajo tierra tras el incendio de la semana pasada". Se refiere al que arrasó 4.500 hectáreas en la misma sierra. "Es muy común, sólo hace falta que sople un poco el viento y..." El cabo levanta el brazo, como si viese el fuego propagarse de nuevo. Se rasca la nuca y enrolla la manguera. Lo peor, de momento, ha pasado.
Inventario de Fuego
- Terreno. Cerca de 3.000 hectáreas quemadas de matorral y monte bajo. Se ha solicitado la declaración de zona catastrófica.
- Desalojados. Hasta 3.000 personas evacuadas de viviendas, urbanizaciones y hoteles. Tanto del pueblo como de la zona cercana a la playa. En la tarde de ayer, algunos comenzaron a realojarse en sus casas..
- Dificultades. El fuego alcanzó los 80 kilómetros por hora, lo que impidió que el funcionamiento de la mayoría de los medios aéreos.
- Equipo. Un avión de coordinación, cinco helicópteros de extinción, tres aviones de carga en tierra. 200 especialistas en extinción de incendios y 12 vehículos autobomba.
- Antecedentes. El pasado miércoles 15 de julio ardieron 4.500 hectáreas en Turre, en la misma comarca de la sierra de Cabrera.
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