El dueño de un gimnasio estafa a 1.500 clientes y desaparece
Peter Campbell proviene de un pueblo norirlandés llamado Aghalee, famoso por la pesca, a orillas de un lago y el afán ahorrador de sus vecinos. Les aterra el derroche. Este afán llevó a Peter Campbell, residente en Madrid, a no renovar su contrato con el gimnasio de al lado de su casa e irse a uno a 15 minutos a pie, en la plaza de los Cubos, llamado Cubos Places Fitness Center.
La jugada le ha salido mal. El martes pasado el establecimiento cerró sus puertas sin avisar y ha dejado a unos 1.500 clientes sin gimnasio. El dueño del negocio hizo contratos de dos años de permanencia hasta hace unas semanas. Ahora no se sabe nada de él. Prometió devolver el dinero pero no ha vuelto a aparecer. A las puertas del local se arremolinaba ayer medio centenar de afectados. "Mi novia y yo pagamos en marzo 900 euros por dos años. No creo que lo podamos recuperar", cuenta Julio. Una señora explicaba que en un gimnasio cercano ofrecía a las víctimas una oferta de 30 euros por mes.
En una semana se han puesto 1.100 denuncias. Gema Iglesias está coordinando las reclamaciones. "Esto no va a quedar así", advierte, y enseña un papel donde aparecen los números de teléfono y propiedades del administrador, Sergio Sánchez, de quien no se ha vuelto a saber nada.
Body Factory, una cadena de gestión deportiva, expulsó al gimnasio de su red de franquicias en julio de 2008 por no cumplir "la calidad requerida" por su firma.
Los monitores se negaban a dar clases. No cobraban. Éstas y otras muchas quejas se las hicieron llegar 40 socios a la Oficina Municipal del Consumidor.
A Peter Campbell le ha salido mal el negocio. "Ahora sí me va a costar una pasta ponerme en forma...", lamentaba.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.