Aprobados a los 12, suspensos con 15
Educación anuncia una hora más de matemáticas tras el pésimo resultado en la prueba de nivel de secundaria - Primaria repite la peor nota en cinco años
Los mayores, suspensos. Los más pequeños, repitiendo el peor resultado con un aprobado justo. Más de la mitad de los 44.276 alumnos madrileños de 3º de ESO (14 y 15 años) han suspendido la prueba de nivel a la que les sometió la Comunidad de Madrid el pasado 20 de abril. Su media fue de 4,5. La Consejería de Educación ofreció ayer los resultados de sus dos exámenes de conocimientos y destrezas indispensables (CDI). El de secundaria y otro más antiguo, el que realizan desde hace cinco años los alumnos de 6º de primaria (11 y 12 años). La nota media de los 49.431 alumnos que se presentaron al examen el 5 de mayo es de 5,6, la más baja junto con la del año pasado.
La prueba evalúa la capacidad en las asignaturas de lengua y matemáticas. En 6º de primaria incluye cinco pruebas: cálculo, problemas, dictado, lectura y cultura general. La de 3º de ESO, cuatro. Dos de lengua -dictado y comentario de texto-, en la que la media obtenida por los estudiantes fue un aprobado (ver cuadro). Y otras dos de mates, con las peores notas. Los chicos consiguieron un 4,36 de media en ejercicios y un 2,69 en problemas. Tras instaurar la prueba en 2008, repiten con más suspensos y el mismo batacazo con los números.
"Las calificaciones son absolutamente inaceptables", admite la consejera
"Los problemas matemáticos son una asignatura pendiente en los centros españoles", considera Eugenio Hernández, catedrático de matemáticas de la Universidad Autónoma de Madrid. En el último informe PISA, el nivel matemático de los estudiantes españoles de 15 años quedó en el puesto 32 de 57 países. Pero, al contrario de lo que ocurre en Madrid, sacaron mejores resultados en ciencias y mates que en lectura. Hernández, que considera que el nivel de la prueba a la que se enfrentaron los escolares es "aceptable para alumnos de esa edad", critica que la enseñanza de matemática "es un poco repetitiva".
"Los resultados son absolutamente inaceptables", admitió ayer la consejera de Educación, Lucía Figar, a propósito del patinazo en las cuentas. Por segundo año, 7 de cada 10 alumnos suspenden. Y añadió que es indefendible que un alumno de 15 años no maneje los contenidos básicos. Para el próximo curso, la consejería anuncia dos nuevas asignaturas optativas: refuerzo de matemáticas para los alumnos con peores resultados y ampliación de matemáticas para quienes van mejor.
Habrá un aumento de plantilla para impartir esas dos nuevas materias, que la consejera no cuantificó. "El número de profesores crecerá en los centros en los que sea necesario", puntualizó Figar. El curso pasado, con resultados similares, Educación ofreció a los centros que separaran a los alumnos de secundaria en grupos en las clases de matemáticas. Era una opción voluntaria. La consejería no dispone de datos de cuántos centros han secundado la propuesta. Y aunque los resultados no mejoraron un ápice, la mantendrá para el año que viene.
El 60,5% de los alumnos de secundaria aprobó lengua. Pero se produjeron "demasiados fallos" en sintaxis, morfología y gramática, según la viceconsejera de Educación, Alicia Delibes. Sólo un 10% de los alumnos entregó el dictado sin faltas de ortografía, frente a más del 13% que cometieron 10 o más. Los resultados de las pruebas de nivel no cuentan en el expediente académico. Educación considera que esto desmotiva a algunos alumnos y se ha propuesto engancharles con otros métodos. La prueba de CDI puntuará para algunos premios (mención honorífica, premio extraordinario) que sirven para otorgar becas, material escolar o viajes.
Frente al fracaso de los mayores, las notas que obtuvieron los alumnos de 6º supusieron ayer un respiro para la consejería. Casi un bien de media y un 65% de aprobados les dejaron "bastante satisfechos", dijo Delibes. Se repiten los fallos para reconocer capitales europeas como otros años y, en este examen, tres de cada cuatro alumnos no acertaron para qué sirve un termómetro. Tampoco es la mejor noticia que hayan obtenido las peores notas en problemas (3,94), lectura (6,42) y cultura general (5,15) desde 2005. Educación justifica que las preguntas se han ido endureciendo. También se aferraron a otra mejora "clara" registrada entre los 120 centros con peores notas en las pruebas de CDI de 2005. Han pasado de 3,9 de media a 4,3; es decir, mejoran cuatro décimas y siguen suspensos cinco años después.
Educación no ofreció ayer datos diferenciados por tipos de educación pública, privada o concertada, ni dio la nota de cada centro, como hizo el año pasado con la prueba de 6º. Pero Figar prometió hacerlo en otoño.
LAS PREGUNTAS CON MÁS ERRORES
Secundaria pasa mal de horas a minutos
Casi tres de cada cuatro alumnos de 3º (el 72%) contestó mal o regular un ejercicio matemático que les pedía expresar el tiempo de 3,2 horas en horas y minutos. Otro 60% se atascó a la hora de aplicar el teorema de Pitágoras para calcular la base de una rampa y el 71% respondió regular o mal cuando les pidieron que trasladaran a kilómetros por hora la velocidad de dos ciclistas que pedaleaban a ocho y seis metros por segundo. En el comentario de texto sobre un relato de Miguel Delibes, Mi querida bicicleta, fallaron en las preguntas que pedían análisis morfológicos y sintácticos. Más del 60% no supo analizar morfológicamente las formas verbales leía o había dicho. Y tres de cada cuatro explicaron regular o mal qué significan expresiones como cogerle el tranquillo o apearse sin ayuda.
A los pequeños se les resisten las capitales
Escribe las capitales de Italia, Rumanía y Suecia, decía el enunciado. Fue una de las preguntas del examen de 6º de primaria que más costó a los alumnos. Más de la mitad (50,5%) la contestaron mal. Las capitales europeas se les resisten, como ya demostró un resultado similar (53% de fallos) en la misma prueba de hace tres años, cuando pidieron a los chicos que señalaran las capitales de Alemania, Rusia y Bélgica. El 75% de los alumnos no supo indicar para qué sirven inventos como el termómetro, el pluviómetro o la cinta métrica. Y casi la mitad no contestó en qué océano o mar desembocan los ríos Ebro, Tajo y Guadalquivir. En matemáticas fallaron en la ordenación de fracciones y decimales. Y casi la mitad no calculó cuántos sobres de 15 gramos se llenan con tres kilos de azúcar.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.