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Primera visita oficial española al Peñón

Encuentro en lo alto de la colonia

El ministro subió al mirador del enclave británico, pero evitó pisar la calle

Miguel González

At the top of the Rock. Caruana eligió cuidadosamente el escenario de la reunión del foro tripartito. Llevó a sus huéspedes al punto más elevado del Peñón, a más de 400 metros sobre el mar, para mostrarles con orgullo los dominios que desde hace tres siglos pertenecen al Reino Unido. Incluso aquellos que, como el istmo sobre el que se construyó el aeropuerto o las aguas que rodean Gibraltar, España no cedió en el Tratado de Utrech y están sujetos a disputa.

Pero ayer no era día de discrepancias, sino de sonrisas y promesas de colaboración en el parque natural donde campan a sus anchas los famosos macacos del Peñón, de los que se dice que desaparecerán el día que se marchen los británicos.

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Moratinos se llevó una visión panorámica de Gibraltar, pero lo que no hizo fue pisar la calle. Cruzó la verja a las 13.50, a bordo de un vehículo que no llegó a detenerse. La caravana ministerial, procedente de Los Barrios (Cádiz), donde se reunió con los alcaldes del Campo de Gibraltar, entró por una puerta lateral, para sortear la cola, pero no pudo evitar los pitidos de una docena de manifestantes, incluidos concejales del PP. "Por la dignidad de España, no tiremos por la borda tres siglos de firmeza", rezaba la pancarta firmada por Defensa de la Nación Española.

"¿Y de nuestra dignidad quien se preocupa?", mascullaba una gibraltareña cargada con bolsas de supermercado, que al contrario que el ministro no pudo saltarse la cola. "En ningún lugar de Europa hay una frontera como ésta. ¿Cómo quieren que nos alegremos de su visita si nos hace la vida imposible?", añadía, sin querer dar su nombre.

En algunos edificios se veían ventanas engalanadas con banderas británicas y gibraltareñas y un manifestante solitario paseaba por Main Street, la calle más comercial de Gibraltar, un cartel con el lema: "Pedro dile a Miguel que el agua es nuestra". Es decir, Caruana dile a Moratinos que las aguas que rodean el Peñón son gibraltareñas.

Pero la mayoría de los viandantes no se detenía. Eran turistas de los dos cruceros atracados en el puerto a los que sólo interesaba el exotismo de un rincón del imperio británico bañado por el abrasador sol de Andalucía.

Moratinos se marchó de Gibraltar con un regalo. Una bandeja con una escultura con la forma del Peñón. "Puede aceptarlo sin problemas", bromeó Caruana, "es ortodoxa con el Tratado de Utrecht y no incluye el istmo".

Antes de cruzar la Verja, Moratinos se había comprometido con los alcaldes del Campo de Gibraltar a buscar una solución al problema de 4.000 trabajadores españoles no residentes en el Peñón, que quedarán sin cobertura social alguna cuando alcancen la edad de jubilación, informa Cándido Romaguera.

Moratinos dijo a los responsables de los siete municipios de la comarca gaditana que "había muchos que eran escépticos a la hora de conseguir avances en este sentido, pero ya se ha resuelto parte del problema", en referencia a la devolución de los atrasos de las pensiones que los ex trabajadores limítrofes percibieron meses atrás.

El ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, ha llegado a Gibraltar para reunirse con el ministro principal, Peter Caruana, y su colega británico, David Miliband. Es la primera visita oficial a Gibraltar de un miembro del Gobierno español.Vídeo: VNEWS

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Sobre la firma

Miguel González
Responsable de la información sobre diplomacia y política de defensa, Casa del Rey y Vox en EL PAÍS. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) en 1982. Trabajó también en El Noticiero Universal, La Vanguardia y El Periódico de Cataluña. Experto en aprender.

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