Yamaha no necesita a Jorge
Al terminar la carrera de ayer, Jorge Lorenzo estaba enfadado porque, según dijo después, tomó algunas decisiones equivocadas encima de la moto. El problema es que se había tomado esta prueba como una disputa personal con Valentino Rossi, quería demostrar a Yamaha que podía volver a ganarle y al final no lo hizo. La renegociación de su contrato será dura porque él cree que merece más de lo que recibe y la fábrica no está dispuesta a acceder a ello. En cualquier caso, espero que este proceso que se prevé largo no acabe por descentrarle dentro de la pista, porque eso sería una tragedia para los aficionados.
Los argumentos que emplea Jorge para defender su postura son los resultados que ha obtenido durante el último año y medio, que es el tiempo que lleva compitiendo en MotoGP, y que han sido realmente impresionantes. Sin embargo, se olvida de una cosa: Yamaha no le necesita. Le quiere y pretende prolongar el contrato que les une, pero no precisa de él para seguir ganando títulos porque tiene a Valentino. Al menos por el momento. Al mismo tiempo, Jorge ha dicho en más de una ocasión que no le importaría dejar Yamaha y fichar por Honda, porque se ve capaz de asumir el reto de convertirse en el faro que dirija la fábrica más potente del mundo. Y en este punto me gustaría puntualizar varias cosas. En primer lugar, que Dani Pedrosa es un piloto extraordinario, que viene de una época en la que se ha lesionado una y otra vez, y que se ha quedado sin poder entrenarse durante las dos últimas pretemporadas, que es el periodo en el que la moto se optimiza más. Es muy lícito que Jorge crea que es mejor piloto que Dani, lo que no es acertado es que lo crea porque ahora, en este momento, sea él el único capaz de discutirle las victorias a Valentino. No hay que olvidar que Lorenzo compite con una moto que ha desarrollado Valentino, que se pasó casi la mitad de la temporada pasada adaptando las especificaciones de la M1 a los neumáticos Bridgestone, un trámite muy laborioso que Jorge se ha ahorrado. Él aterrizó en MotoGP y se subió en la mejor moto de la parrilla, y eso no hay que olvidarlo por más habilidoso que sea uno (que Lorenzo lo es). A todo eso hay que añadirle que Honda lo lleva pasando realmente mal desde la introducción de las MotoGP de 800cc (2007). De todos modos, si él cree que puede salir ganador de ese reto debería animarse a intentarlo, porque de esta forma podrá demostrar que es mejor que ningún otro piloto de los que forman en la parrilla. Si se queda en Yamaha, Rossi seguirá haciendo su trabajo y se lo pondrá tan difícil como ayer.
Valentino ya ha cumplido los 30 años y sigue aprendiendo cosas. Nunca había estado tan exigido como ahora, pero lo mejor de todo es que nadie sabe dónde está realmente su límite, e incluso es probable que ni siquiera él mismo lo sepa.
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