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La reivindicada A-68 transformará El Maestrat

La salida por Vinaròs se adoptó con criterios económicos y ambientales

María Fabra

"La A-68 llegará al Mediterráneo por la Comunidad Valenciana". Con estas palabras, el ministro de Fomento, José Blanco, ponía fin a años de incertidumbre sobre la salida de la conexión del norte de la Península con el Mediterráneo. Reus y Vinaròs pugnaban por hacerse con esta salida porque, aunque separadas por escasos kilómetros, se distinguen por la línea fronteriza de dos comunidades y dos provincias: la catalana y la valenciana, Tarragona y Castellón.

La conversión de la N-232 Santander-Vinaròs en autovía supondrá la transformación de una vía de conexión con más de 150 años de historia y la posibilidad de desarrollo de una comarca envejecida y cada vez más despoblada. La carretera, a la altura de Morella, se construyó en 1857. Desde entonces, ha servido de enlace del norte con el este. Las guerras impidieron una conexión por ferrocarril, con lo que la carretera siempre tuvo un protagonismo destacado, pese lo sinuoso de algunos tramos de su trazado. Incluso fue el camino elegido por Franco para llegar al Mediterráneo y dividir el territorio republicano.

El 62% del tráfico de largo recorrido se origina en la costa castellonense

Han sido criterios económicos, de sostenibilidad medioambiental y de funcionalidad los que, finalmente, han determinado que la salida de los habitantes de Burgos, La Rioja, Navarra, Zaragoza, Teruel y el interior de Castellón al mar sea por un municipio castellonense.

El hecho de que en su recorrido por El Maestrat el trazado cruce zonas poco pobladas ha sido un tanto a favor de la opción elegida, ya que, más al norte, aumenta el nivel de los núcleos urbanos y existen municipios con planeamientos urbanos con diversas protecciones y un gran número de viviendas dispersas. Además, según los estudios analizados para fijar la salida de la A-68, el 62% de los movimientos de largo recorrido se originan en el tramo de la costa situado al sur de Vinaròs mientras que solo el 38% restante lo hace al norte de la provincia de Castellón.

La concentración turística y la próxima apertura del aeropuerto han sido motivos que también han inclinado la balanza. El crecimiento exponencial de PortCastelló y la relación entre éste y la Ciudad del Transporte de Zaragoza, también han influido en una decisión que servirá, además, para descongestionar el tráfico del puerto de Tarragona y generar "mayor sostenibilidad territorial y socioeconómica en el entorno de Castellón", según apuntan los estudios.

El alcalde de Morella, Joaquim Puig, ha sido uno de los principales reivindicadores de la transformación de la N-232 en autovía. No en vano, ésta hará desaparecer las decenas de curvas del Puerto de Querol. También Vinaròs ha jugado un papel activo y todo el PSPV ha mantenido una postura firme pese a que ésta colisionaba con la mantenida por los socialistas catalanes. Tras varias iniciativas, el PP se apuntó a la reivindicación que, aun apoyada, miraron con recelo por no ser propia.

En cualquier caso, la A-68 hasta Vinaròs es un logro pero sin plazo.

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