Feijóo exige 190 millones más para firmar el modelo de financiación

La Xunta ha destapado por fin sus cartas en el debate de financiación autonómica. A sólo cuatro horas del cierre de plazo para presentar alegaciones a la propuesta del Gobierno central -se cumplía ayer a las cuatro-, Alberto Núñez Feijóo desgranó los puntos de su desacuerdo con la misma y las reclamaciones que, de no ser aceptadas, llevarán a la comunidad a no firmar hoy el documento del Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF). En la dispersión poblacional y el cómputo de los 400.000 gallegos emigrantes se encuentran, según Feijóo, los 190 millones de euros que separan el dinero ofrecido por Madrid de las expectativas del Ejecutivo gallego. Para el PSdeG, sin embargo, "el presidente de la Xunta intenta jugar cuando la partida ya ha acabado".

"La única propuesta oral de Salgado es de 590 millones", afirma el presidente

Para los socialistas, se conserva el 7% de los fondos para prestar servicios

"El Gobierno de España, de momento, no está siendo capaz de cerrar un pacto de Estado", denunció ayer Feijóo, "y si algunas comunidades no firman mañana [en referencia a la reunión del CPFF], habrá sido un fracaso". Casi al mismo tiempo, pero en Madrid, los dirigentes del PP Cristobal Montoro y Javier Arenas anunciaban, vía comunicado, que ninguna comunidad autónoma gobernada por su partido apoyará el modelo financiero propuesto por el Estado.

El presidente de la Xunta reveló, por primera vez desde el inicio de las negociaciones, la cantidad de los fondos adicionales ofrecida por el Gobierno central a Galicia: 590 millones en 2012, cuando termine la aplicación del modelo. "Se trata de una propuesta oral de la vicepresidenta Elena Salgado que hace un 5,4% de los 11.000 millones adicionales", apuntó. Pero las cuentas de la Xunta sólo cuadran con el 7,1% defendido en el acuerdo parlamentario del 11 de junio si se le añaden 190 millones. La variable de la dispersión computa en la propuesta de Salgado por 216 millones de euros, frente a los 314 que harían falta, según el equipo económico de Feijóo, para que Galicia no cediese posiciones relativas en el conjunto del Estado.

Los otros cien millones que le faltan a la Xunta se refieren a la emigración. "Debe contar la totalidad de la población, es decir, también los 400.000 gallegos emigrados que el documento del Gobierno no tiene en cuenta y que sí tienen pasaporte español", lamentó Núñez Feijóo. Un 27% de los emigrantes españoles salieron de Galicia.

Feijóo se agarró, finalmente, al discurso de su partido para calificar de "insolidaria" la propuesta de Zapatero y atizar el espectro catalán. "El Gobierno de España no puede depender de partidos minoritarios [por ERC]". Y se arrogó el papel de defensor de un noroeste peninsular -Castilla y León, Asturias y Galicia- que "estará más razonablemente en el sistema de financiación" si la Administración central cede a las exigencias gallego-castellanas. El presidente de Asturias, Vicente Álvarez Areces, se desmarcó y se declaró "satisfecho" con el modelo.

El consenso entre los tres partidos del Parlamento hace ya días que saltó, de facto, por los aires. Si el BNG reclamó ayer a PP y PSdeG "fijar una postura de país" y votar en contra de la propuesta de financiación, los socialistas gallegos leen la situación de otra manera. Lo que la Xunta considera un inasumible 5,4% de los fondos adicionales significa, según el portavoz parlamentario del PSdeG, Xaquín Fernández Leiceaga, "mantener el 7% de los fondos totales del modelo, el dinero con el que cuenta Galicia para prestar servicios a los ciudadanos; no está nada mal".

Los socialistas consideran que la financiación debería tomar en consideración la emigración "pero en una negociación nunca consigues el 100% de los objetivos". En el vaso medio lleno que observan cuentan otras variables. "La que cubre tener una lengua propia", señaló Leiceaga. Y los 620 millones de los que hablan, 30 más que los calculados por Feijóo, se deben a las diferentes estimaciones: "Puede haber una variación del 5% y ellos cojen la banda baja; va a estar más cerca de los 620 que de los 590".

El otro partido de la oposición, el BNG, puso adjetivos a PP, "posición resignada", y al PSdeG, "impresentable". "El modelo no asegura ni los recursos suficientes el primer año ni su evolución", afirmó su portavoz en el Parlamento, Carlos Aymerich.