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El fiscal general planea investigar las torturas

Yolanda Monge

El fiscal general de Estados Unidos, Eric Holder, está considerando la posibilidad de crear una figura dentro del Departamento de Justicia que investigue las prácticas de interrogatorio usadas durante el gobierno de George W. Bush tras los ataques terroristas del 11-S. La decisión no estará exenta de polémica, ya que entrará en conflicto con el deseo manifestado en más de una ocasión por el presidente Barack Obama de "mirar hacia el futuro y dejar atrás el pasado". "Espero que cualquier decisión que tome no tenga un impacto negativo sobre la agenda del presidente", declara Holder esta semana en la revista Newsweek. "Pero eso no puede ser parte de mi decisión".

Según los medios de comunicación estadounidenses, Holder tomará una decisión en las próximas semanas. El portavoz de Justicia, Matt Miller, declaró ayer que Holder planea "actuar según los hechos y según la ley". "No hemos tomado decisiones sobre investigaciones ni procesos, incluida la posible designación de un fiscal", dijo Miller. "Como ha dejado claro el fiscal general, sería injusto procesar a un funcionario que actuó de buena fe usando como base la asesoría legal del Departamento de Justicia".

Esta declaración hace referencia al hecho de que la investigación, si se iniciase, sólo tendría por objetivo a aquellas personas que fueron más allá de lo que autorizó la Oficina Legal de la Casa Blanca. Pero quedarían libres de toda mancha los agentes de la CIA que pusieron en práctica los métodos entonces aprobados y hoy considerados tortura, ya que cumplían órdenes.

La revista Newsweek informó el sábado pasado sobre el hecho de que Holder quiera nombrar un fiscal especial que investigue los abusos cometidos durante la era Bush. El fiscal general se dice consciente de las consecuencias políticas de lanzar una investigación y asegura que preferiría no crearle problemas innecesarios a la Casa Blanca. Pero a renglón seguido, Holder justifica su intención en la consternación que le crearon las revelaciones acerca del tratamiento de detenidos en las "prisiones negras" de la CIA en el extranjero.

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Sobre la firma

Yolanda Monge
Desde 1998, ha contado para EL PAÍS, desde la redacción de Internacional en Madrid o sobre el terreno como enviada especial, algunos de los acontecimientos que fueron primera plana en el mundo, ya fuera la guerra de los Balcanes o la invasión norteamericana de Irak, entre otros. En la actualidad, es corresponsal en Washington.

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