El PNV cambia el paso a todos"Vamos a seguir diciendo que el Gobierno vasco no toma decisiones"
La angustia presupuestaria de las Diputaciones al caer la recaudación, clave en la propuesta del EBB - Alivio y recelo del PSE ante el acuerdo de estabilidad
"Sin bajarse del pedestal", como asegura un miembro del Gobierno vasco, el PNV, al presentar por sorpresa una propuesta de estabilidad política y económica de amplio consenso ante la grave situación de crisis, ha recuperado con sonoro efecto mediático su puesto en el tablero de la política de Euskadi. Lo hizo apenas dos días después de los primeros chistes suscitados por su peculiar acto de desagravio a la ikurriña en el Gorbea, sinónimo para muchos de echarse al monte.
De entrada, con su oferta, el PNV ha elevado la moral de su tropa, que se encontraba alicaída tras el mazazo que supuso la pérdida del Gobierno y agobiada por las críticas de que viene siendo objeto por su gestión en materias como el terrorismo, la EITB o la Sanidad . "Ahora ya sabemos que volvemos a estar por la centralidad, que demostramos nuestro compromiso con este país, que nos sigue preocupando su futuro aunque no tengamos la Lehendakaritza y somos así", reconocía un cualificado miembro de la Diputación de Vizcaya.
"Urkullu ya le planteó a López hace un mes por dónde íbamos a ir"
El Gobierno sabe la "angustia" audación
En realidad, este golpe de mano que ha cambiado el paso a todas las fuerzas políticas -"incluido el propio PNV, que no se nos olvide", apostilla un dirigente socialista vizcaíno- empezó a fraguarse hace más de un mes en el seno del Euzkadi Buru Batzar, según admite uno de sus miembros. "Iñigo
[Urkullu] nos venía planteando la necesidad que teníamos de ofrecer, como partido de gobierno en Euskadi, una propuesta acorde con los tiempos que afrontamos y que todos veíamos que son muy complicados". En este contexto, aunque el contenido del encuentro careció de la proyección suficiente, más allá de la presumible falta de sintonía entre los interlocutores, debería enmarcarse la reunión mantenida hace apenas un mes entre el lehendakari Patxi López y el presidente del PNV. "Entonces Urkullu ya le planteó las líneas generales de lo que ahora hemos presentado en este documento", recuerda un miembro del EBB.
Para entonces, el PNV había iniciado la recopilación exhaustiva de datos entre las tres diputaciones vascas que sigue gobernando acerca de la progresiva caída de la recaudación tributaria. "El EBB nos fue pidiendo datos porque ya le habíamos contado que estabamos muy preocupados por la situación económica", apunta un miembro de la Diputación vizcaína. "Entonces no pensábamos en lo que podía pasar en Álava, sino en que todos, también el Gobierno vasco, tenemos un problema, porque hay que mantener la acción social y cada vez hay menos dinero", agrega.
Los informes inquietantes provinieron también de ayuntamientos como el de Bilbao, aunque en este caso la cómoda situación política de Iñaki Azkuna (acuerdo de mayoría absoluta con EB) le asegura la aprobación de sus presupuestos. "También les dimos los datos económicos al PNV dentro de los contactos que mantenemos, aunque esta propuesta de estabilidad que se ha planteado ahora no nos afecte y de momento queda mucho para que se ponga en práctica", declara una persona muy ligada al equipo de gobierno de la capital vizcaína.
¿Y por qué se presenta ahora? Desde el PNV responden rápido para descartar "cualquier relación" con el avanzado intento de PP y la mayoría del PSE de suscribir una moción de censura que lleve el cambio político a la Diputación de Álava. "El propio Patxi López sabía hace un mes nuestra idea de avanzar hacia una estabilidad política, porque nos preocupa la situación económica que va a peor", dicen desde el EBB. No obstante, la habilidad jeltzale ha sido elocuente, ya que ha dejado sin razones a quienes intentaban penalizar al PNV si "obstaculizaba" la acción de Gobierno.
El PSE-EE, a su vez, se siente cómodo con esta "corrección", que, según sostiene uno de sus dirigentes, los peneuvistas se han visto "obligados" a hacer porque han visto "cómo se va asentando el Gobierno, cómo se le reconocen sus cambios y cómo ellos [PNV] se quedan fuera del foco". Al mismo tiempo, "deja al lehendakari más margen de maniobra política, porque ahora tiene al PNV proclive a un entendimiento, después de que se han pasado días y días despotricando de nosotros por el acuerdo con el PP".
Desde el PNV niegan la mayor: que su propuesta de estabilidad -"la empezaremos a canalizar desde la reunión del próximo lunes [mañana], una vez que todos los partidos tienen nuestro escrito"-, suponga que no va a seguir criticando a un Gobierno que consideran que "todavía no ha hecho nada". "Sigue sin tomar decisiones importantes y, como mucho, se ha limitado a decir que no hay dinero porque ha bajado la recaudación", censura un miembro del EBB.
El PNV se esfuerza en negar que la pérdida del poder le haya relegado en el País Vasco en detrimento del PSE-EE. Prefiere, en cambio, dar vuelta al argumento y quedarse con la "imagen responsable" que "se espera de nosotros con propuestas como la que hemos puesto sobre la mesa". Por eso, en esa misma línea, recuerda cómo para definir los siete puntos de su oferta de estabilidad ha requerido también datos de las cajas vascas "que nos permiten adivinar que se avecina una pésima situación".
Con todo, al PSE le "cuesta" evitar cierto "recelo" sobre las auténticas intenciones del PNV. "Ocurre que lo hacen como dando órdenes. No aciertan en las formas ni para presentar una propuesta de consenso", observan fuentes del Gobierno vasco. En el Ejecutivo, sin embargo, admiten que "no es mala, ni mucho menos, esta corrección que han hecho de su política tan crítica", y dan la bienvenida a la colaboración. Y es que se asume que "la situación económica va a dejar poco margen de maniobra a las diputaciones y al Gobierno". Así, recuerdan que el propio consejero de Economía, Carlos Aguirre, ha reconocido la "angustia" que le han transmitido las diputaciones por la caída de la recaudación a niveles de hace cuatro años, cuando ahora deben afrontar presupuestos que han llegado a crecer un 35% con respecto a 2005.
En este contexto, mientras sus rivales se miran de reojo para saber qué responder a la propuesta de consenso, el PNV se siente cómodo recuperando su cuota de protagonismo y "con la mirada puesta en las elecciones municipales y forales de 2011". Incluso antes, en 2010, como advierten desde el EBB: "A ver qué hace entonces Zapatero".
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