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La muerte de un joven en comisaría desata disturbios en Francia

La autopsia indica que el fallecido, de origen magrebí, se ahorcó en la celda

Antonio Jiménez Barca

Por tercera noche consecutiva, la ciudad de Firminy, en la periferia de Saint Etienne (en el centro-este de Francia) se va visto sacudida por disturbios y enfrentamientos entre la policía y grupos de jóvenes. El detonante de la revuelta es la muerte, ocurrida el miércoles, en la comisaría, del joven de origen magrebí Mohamed Benmouna, que había sido detenido. La policía sostiene que Benmouna se suicidó, ahorcándose en una celda. La autopsia lo corrobora, ya que no ha revelado ningún signo de violencia, según aseguró ayer la Fiscalía. La cámara de circuito cerrado emplazada en esa celda y que, en teoría, debería haber grabado lo que ocurrió, no funcionaba y no registró nada.

Los jóvenes desconfían de la versión policial. La familia ha denunciado el hecho en aras "de arrojar luz sobre este asunto". Así, a las 11 de la noche de ayer, un centenar de jóvenes que se habían reunido al pie de la casa de Benmouna, para apoyar a la familia, comenzaron a insultar y a lanzar piedras a los agentes. La policía respondió con gases lacrimógenos. Los jóvenes replicaron a su vez con una noche de revueltas: quemaron varios coches y las tiendas de un pequeño centro comercial que se encontraba cerca: una peluquería, una panadería y una farmacia acabaron reducidas a cenizas. Tres adolescentes fueron detenidos.

Un vecino dice que hay jóvenes de Lyon y París "que vienen a buscar bronca"

"Nunca, en los 45 años que llevo viviendo aquí, había visto tanta violencia en los jóvenes" aseguró un vecino que ayer por la noche contemplaba apoyado en una valla las tiendas quemadas. El pequeño centro comercial que ardió se encuentra al pie del edificio de 20 plantas donde vivía el joven que murió en la comisaria.

Ayer por la noche aún quedaba humo y el olor a quemado se esparcía por todo el barrio. Había muy poca gente en la calle por la tarde. De vez en cuando algún adolescente en bicicleta se asomaba al centro comercial para irse después.

Firminy, a 10 kilómetros de Saint Etienne, es un conjunto de bloques de pisos altos y de casitas de dos alturas. La ciudad, de 50.000 habitantes, se encontraba ayer tomada por la policía y las fuerzas especiales antidisturbios. A las nueve de la noche uno de estos policías apostado en una esquina aseguró: "Puede que no pase nada, pero puede también que se líe muy gorda y quemen hasta la iglesia. Nunca se sabe hasta que pasa la noche".

El vecino que lleva 45 años en el pueblo aseguró al ver tanta policía: "Que vengan tantos es una manera de provocar. Los jóvenes se lo van a tomar como una provocación. Pero si no vienen, la ciudad está desprotegida". Otro residente de Firminy, que vive muy cerca del centro comercial que ardió, asegura que hay jóvenes de París y de Lyon "que han venido a buscar bronca, no todos son de aquí".

Los bomberos sofocan el fuego en la madrugada del jueves en un centro comercial de Firminy.
Los bomberos sofocan el fuego en la madrugada del jueves en un centro comercial de Firminy.AFP

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Sobre la firma

Antonio Jiménez Barca
Es reportero de EL PAÍS y escritor. Fue corresponsal en París, Lisboa y São Paulo. También subdirector de Fin de semana. Ha escrito dos novelas, 'Deudas pendientes' (Premio Novela Negra de Gijón), y 'La botella del náufrago', y un libro de no ficción ('Así fue la dictadura'), firmado junto a su compañero y amigo Pablo Ordaz.

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