"Ha ido bien, nos han dado agua"

El consejero de Economía de la Generalitat, Antoni Castells, debe de haber perdido la cuenta de las reuniones que ha mantenido en los dos últimos días. Voló el jueves por la tarde a Madrid, se sentó con Salgado, sellaron el acuerdo y a medianoche estaba de regreso. Empezó a correr que había financiación. Mientras Castells llamaba al presidente catalán, José Montilla, y al consejero de Economía balear, Carles Manera, ERC disparaba un SMS: "Circula que hay acuerdo. No es cierto". Los republicanos marcaban distancias de un acuerdo del que desconocían los detalles.

El frenesí para convencer a los republicanos continuó ayer. Montilla y Castells despachan antes de las nueve en la Generalitat. Se les suma el consejero y presidente de ICV, Joan Saura, pero Montilla sale pitando hacia Talarn (Lleida), a la entrega de los despachos de suboficiales de la academia militar. A Saura le acompañan el secretario general de Interior, Joan Boada, el secretario general ICV, Joan Herrera, y el coordinador de EUiA, Jordi Miralles. Una hora de reunión y optimismo de Saura a la salida.

Castells regresa a su consejería y se toma un respiro para bajar a la calle a ver el paso del Tour. No son ni las 11. Le toca entonces a la delegación de ERC: su presidente, Joan Puigcercós, el secretario general, Joan Ridao, y el vicepresidente catalán, Josep Lluís Carod Rovira. Éste exige que la reunión se celebre en Palau. Castells y Carnicer deben ir de nuevo a la plaza de Sant Jaume. La reunión dura una hora y media. A la salida, a la pregunta de cómo ha ido, Puigcercós contesta: "Bien, nos han dado agua".

Castells y su equipo comen con su homólogo Manera, informa Andreu Manresa. El primero afirma que el acuerdo "es muy bueno". El segundo responde que para Baleares no. A última hora, el consejero volvía a Palau para reunirse con Montilla y ERC.