Una auditoría alerta de los riesgos de La Seda

Los bancos participantes en el crédito sindicado a La Seda de Barcelona pueden exigir la amortización anticipada de 578,7 millones de euros en pocas semanas si no llegan a un acuerdo con el grupo químico después de la prórroga de 60 días (stand still, en la jerga financiera) que le concedieron el pasado 26 de mayo.

Ésta es una de las advertencias que Horwath Auditores lanza en su informe sobre las cuentas de La Seda correspondientes a 2008, cuya primera versión (sin auditar) no fue presentada por el grupo a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) hasta el pasado 5 de junio, y contó además con el rechazo de cuatro de los consejeros.

Desde entonces, la cotización de la compañía está suspendida. El auditor cifra las pérdidas en 589 millones de euros, por encima de los 565 millones comunicados en la última revisión de las cuentas.

Horwath también advierte de los riesgos sobre el proyecto de la nueva planta en Sines, Portugal: La Seda busca nuevos socios para hacer frente a un crédito puente de 96,9 millones con Caixa Geral (con acciones en el propio proyecto de La Seda como garantía). El crédito finalizaba el 30 de junio, pero se ha concedido una prórroga de 90 días.

Si no logra un acuerdo con la entidad, o con nuevos socios, o si no surte efecto la reestructuración, "la viabilidad del proyecto y/o la participación de la sociedad en el mismo se verían seriamente comprometidos, siendo preciso proceder adicionalmente al registro de los compromisos asumidos por la sociedad dominante con terceros y cuyo importe asciende a 101,9 millones", añaden los auditores, entre otros riesgos. A cierre de 2008, la deuda es de 886 millones, con un fondo de maniobra negativo de 580.