López pide a las empresas que reciban ayudas que paguen pronto a sus proveedores
Romper la cadena de impagos o de retrasos en los pagos entre las empresas y sus proveedores es uno de los objetivos que el Gobierno va a perseguir con las ayudas a la financiación. El lehendakari, Patxi López, mencionó ese extremo como uno de los requisitos que el Ejecutivo tendrá en cuenta y "primará" a la hora de conceder esas ayudas, con el objetivo finalista de que "ni una sola empresas con futuro cierre ni un sólo proyecto viable deje de ponerse en marcha".
Las empresas que opten a la línea de financiación, tanto se trate de pymes como de compañías de más envergadura, tendrán que cumplir varios requisitos, dijo: estar saneadas y dimensionadas o contemplar alianzas y concentraciones que aumenten su viabilidad; mantener el empleo y crear más puestos de trabajo; tener proveedores locales y romper "la cadena de pagos aplazados excesivamente". Si el Gobierno les da la financiación que piden en dos meses, explicó, las empresas beneficiadas deberán hacer lo mismo con sus proveedores "para no ahogarles", apuntó el lehendakari.
López ratificó la pérdida de entre 27.000 y 30.000 empleos este año y de otros 15.000 el próximo, con la "fuerte presión" sobre el gasto social que se producirá como consecuencia. Calculó que la caída de la recaudación, según una estimación hecha junto con las diputaciones, según indicó, será de un 13% de media a fin de año. La conclusión es que esa recaudación será similar a la de cuatro años atrás, mientras el presupuesto ha crecido en ese tiempo un 35%, de los 7.100 millones de 2005 a los 11.100 de este ejercicio.
Retroceso a 2005
"Éste es el reto al que nos enfrentamos: hacer con la recaudación de 2005 unos presupuestos para 2010", explicó. Éstos deben dar respuesta a los nuevos servicios y derechos consolidados por leyes aprobadas en estos años y, además, pagar las nuevas necesidades derivadas de la crisis. La respuesta del Gobierno tiene cuatro pilares: reordenar los presupuestos, reduciendo el gasto en 600 millones (el PNV ya ha emplazado a explicar de dónde se quitarán); estudiar cómo enjugar los 750 millones de déficit que se prevén ya este año por la caída de la recaudación; acudir al endeudamiento y discriminar políticas para atender lo urgente y "dejar para mejores tiempos cosas que ahora no nos podemos permitir", explicó López.
El lehendakari no se pronunció abiertamente sobre una eventual congelación de los salarios públicos, pero dijo que la administración precisa también un "reajuste" y afrontar su propia "innovación". "Pagamos 80.000 nóminas" de las que su Gobierno aspira a obtener la máxima "eficiencia", anunció.
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