_
_
_
_
_

La catedral debe reducir decibelios

El Ayuntamiento de Jaén insta a rebajar el ruido de las campanas

Ginés Donaire

Las campanas de la catedral de Jaén tendrán que modular su sonido si quieren seguir en activo. Las ordenanzas municipales contemplan hasta 30 decibelios como ruido aceptable en la ciudad, pero las campanas presentan niveles de sonoridad "intolerables", de hasta 80 decibelios según los informes en poder de Antonio Rus, un vecino que vive enfrente del templo catedralicio y que desde hace 28 años viene luchando de manera infructuosa para que las campanas le dejen descansar. En octubre de 2007, el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) le dio la razón, pero hasta ahora nadie se había atrevido a ejecutar el fallo. Con la Iglesia hemos topado, debió pensar el concejal de Medio Ambiente, José Luis Cano, que ayer, apremiado por la nueva petición de Antonio Rus al Juzgado para que se precinten las campanas, convocó de urgencia a los grupos políticos del Ayuntamiento que, por unanimidad, acordaron resolver el expediente al cabildo catedralicio y darle un mes para que apliquen las medidas correctoras en el toque de llamada a misa. La advertencia es clara: a partir de ahora deberán sonar piano, piano.

Medio Ambiente ejecuta un fallo del TSJA que dio la razón a un vecino

"No quiero que quiten las campanas, sólo que se cumpla la ley y que pueda tener derecho al descanso", comentaba ayer Antonio Rus, un antiguo empleado municipal ya jubilado que está a punto de ganar la cruzada que emprendió hace muchos años contra el majestuoso templo renacentista que se levanta enfrente de su casa, una especie de guerra de David contra Goliat. Durante todo este tiempo, Antonio ha estado y sigue en tratamiento médico por depresión. "Empecé a ver delirios, porque las campanas tocan varias veces al día y es imposible soportar un ruido tan elevado".

Después de mucho vacilar, el Ayuntamiento de Jaén ha decidido acatar la sentencia favorable a este vecino. El primer teniente de alcalde, José Luis Cano, señala que "se trata de un acuerdo que conjuga el cumplimiento de la legalidad vigente con el respeto y reconocimiento al valor histórico y patrimonial que representa el tañido de las campanas". La catedral tendrá que regular los toques de llamada a misa. Ahora bien, se autoriza como algo excepcional el repique de las mismas durante los días del Corpus, Nochebuena, Domingo de Ramos y Día de Difuntos. También se mantendrá el sonido del reloj de la catedral en horario diurno, desde las 7 hasta las 23 horas.

La ofensiva judicial de Antonio Rus contra las campanas le está resultando impopular. Muchos vecinos le recuerdan que la catedral lleva en su sitio muchos siglos. Quizá por ello, la comisión de Medio Ambiente dejaba claro que "el sonido de las campanas está vinculado a las relaciones de vecindad, tiene una función social".

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_