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Reportaje:La oposición se reinventa

El PSM quiere ponerse de moda

Los socialistas madrileños se reúnen para definir la estrategia: recuperar la capital y difundir sus propuestas

Jesús Sérvulo González

Los años ochenta y principios de los noventa fueron los de la movida. El origen del huracán cultural y social que transformó Madrid. Fueron también los años dorados de los socialistas. Gobernaban la región y dirigían la capital. Fue un momento de exuberancia. Pero desde hace años ni la movida, ni los socialistas están de moda en Madrid.

El PP acapara el gobierno regional desde 1995 y la capital desde el 1989. Los socialistas madrileños ya han pasado mucho tiempo en la oposición y ahora quieren volver a marcar el ritmo, volver a estar de moda. Con ese objetivo han convocado hoy una reunión del comité ejecutivo regional, el principal órgano de la formación entre congresos. Un encuentro en el que participarán 564 delegados del partido. Y donde la dirección del PSM establecerá la estrategia para el último tramo de legislatura, el último arreón final.

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"Hablaremos de la conferencia de alcaldes que se celebrará en julio, de la conferencia municipal de Madrid que será en otoño. Nuestra estrategia es el modelo económico, el modelo sanitario, el educativo, el universitario, el medioambiental...", explica Tomás Gómez, líder de los socialistas madrileños, desde la tercera planta de su sede en la calle de Miguel Fleta (San Blas). Una sede que tiene los días contados. Hay que volver al centro de la ciudad. Esa es la opinión de la dirección socialista que ha fijado como uno de sus principales objetivos recuperar el protagonismo en la capital.

En las últimas elecciones, las europeas, los socialistas se volvieron a dar un batacazo en la región. La conclusión es que de los 300.000 votos de diferencia que los populares sacaron al PSM, la mayoría procedían de la capital. "Mi prioridad es la ciudad de Madrid. Gran parte del agujero electoral del partido socialista está en Madrid. Por eso nuestro empeño de tener nuestra presencia física en Madrid", insiste Gómez. "Ha sido la capital del no a la guerra, del 0,7%, de las movidas culturales, ese es la ciudad que hay que volver a despertar", sentencia el líder de los socialistas madrileños dos días antes del comité ejecutivo regional.

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Una reunión que estará marcada por el runrún del nombre del candidato a la alcaldía de Madrid para las elecciones de 2011. La dirección regional anunció hace un par de semanas que ha pedido a Ferraz, sede nacional del partido, que adelante la designación de candidatos en Madrid. Nadie duda de que Gómez se enfrentará a Aguirre pero falta por ver quién se medirá en duelo con Ruiz-Gallardón. Los dirigentes socialistas han diseñado este encuentro como un punto de inflexión en su estrategia de oposición. Se pretende hacer olvidar el duro posicionamiento del partido tras los casos de espionaje y corrupción en el Gobierno regional. La idea es lanzar una imagen positiva para explicar las propuestas. "La gente tiene que conocer qué opinamos, cuál es nuestra propuesta sanitaria, como pensamos que tienen que funcionar los hospitales, cómo vamos a eliminar el caos en atención primaria, cómo vamos a mejorar el sistema de transportes de enfermos, porqué planteamos universalizar la educación de 0 a 3 años, qué pensamos hacer con la educación. Ha llegado el momento que los ciudadanos conozcan nuestras propuestas", insiste Gómez. Pero también se quiere dejar atrás los puntos negros del mandato de Gómez: el boicot al Gobierno regional durante los actos del 11-M, el Dos de Mayo, el pacto con Aguirre en Caja Madrid mientras criticaban el intervencionismo de la presidenta regional, la abstención a unos presupuestos que defendían la privatización del Canal... "Ha habido muchas meteduras de pata", asegura un miembro del comité ejecutivo regional. En este encuentro habrá voces discordantes en la reunión. Aunque pocas. En los últimos días se han sucedido las comidas para aplacar ánimos y conciliar voluntades tras las quejas de un sector discordante. Hace un par de semanas un grupo de diputados críticos con la dirección presentó un documento en el que reclamaban "un discurso claro y una estrategia para los próximos años".

Mitigadas estas quejas, al menos de momento, muchos en el partido creen que hay cosas que mejorar. Pero consideran que es momento de dar estabilidad a la dirección para que desarrolle su estrategia. Y ese plan consiste en recuperar la ilusión para volver a ponerse de moda.

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Sobre la firma

Jesús Sérvulo González
Redactor jefe de Economía y Negocios en EL PAÍS. Estudió Económicas y trabajó cinco años como auditor. Ha cubierto la crisis financiera, contado las consecuencias del pinchazo de la burbuja inmobiliaria, el rescate a España y las reformas de las políticas públicas de la última década. Ha cursado el programa de desarrollo directivo (PDD) del IESE.

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