El consejo de La Seda debate hoy emprender acciones contra el ex presidente Español
La reunión del Consejo de Administración que tiene hoy previsto celebrar La Seda no se desarrollará precisamente como indica el nombre de la compañía. Parte de los consejeros del grupo químico pondrá sobre la mesa la posibilidad de emprender acciones de responsabilidad social contra Rafael Español, que fue presidente de la empresa hasta el pasado 9 de junio. Así lo avanzaron ayer fuentes próximas al consejo de la compañía catalana, que finalmente se ha acabado atragantando con su carrera de compras de empresas y activos para conseguir liderar el mercado europeo del plástico transparente que se emplea en la mayor parte de envases (PET).
Algunos consejeros recelan de operaciones contabilizadas en el ejercicio 2008 que no ven claras y que han podido contribuir a desviar las cuentas. La Seda ha tenido que revisar en dos ocasiones las cuentas correspondientes a 2008: si el primer resultado comunicado arrojaba unas pérdidas de 188 millones, meses después elevó la cifra a 368 millones. Pero este resultado, enviado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), no contó con el voto favorable de cuatro consejeros (representantes de Caixa Capital Sociedad de Capital Riesgo, Inverland Dulce, Oman Oil y Luiquidambat Inversiones Financieras). El pasado 25 de junio, la compañía engordó de nuevo la cifra, hasta los 565 millones. Estos últimos números rojos son los únicos que han contado con el visto bueno del auditor, Horwarth Auditores.
Rafael Español fue relevado de forma transitoria por Joan Castells, presidente de la aseguradora Fiatc, pero, apenas 11 días después, dejó el cargo y fue relevado a su vez por José Luis Morlanes. Ayer, además, se informó de que el secretario del Consejo de Administración, Alberto Ramos Gigó, ha presentado su dimisión irrevocable.
Según Efe, la compañía, cuya cotización se mantiene suspendida y que vive una guerra sorda entre accionistas, ha decidido trasladar su sede corporativa, en el edificio del céntrico paseo de Gràcia de Barcelona, a la fábrica de El Prat de Llobregat.
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