El PSC y CiU sopesan dar libertad de voto en la propuesta para prohibir los toros
El calendario de la iniciativa legislativa depende de la voluntad de los partidos
De una patata caliente a otra. Y sin tregua. La misma semana que el tripartito ha asisido en el Parlament a las discrepancias de sus tres socios -primero en la votación de la Ley de Educación y después en la iniciativa popular sobre transgénicos-, la presentación ayer, por la plataforma Prou!, de 180.000 firmas para impulsar una ley que prohíba las corridas de toros vuelve a provocar división. Tanto en el PSC como en CiU hay partidarios de las actividades taurinas.
Entre los socialistas hay taurinos confesos, como David Pérez. Entre los nacionalistas los hay como Xavier Pallarès: no entran en el debate de si corridas de toros sí o no, pero tienen clarísimo que se opondrán a que prospere la ley, porque temen "que se comience prohibiendo matar toros y se acabe con las fiestas de vaquillas" de los pueblos del delta del Ebro y la Terra Alta. Y eso que la propuesta de ley excluye "las fiestas con bous". Pallarès asegura que la suya no es una postura electoral. "Es que allí es inconcebible una fiesta sin bous. Hay pueblos que de 10 días de fiesta mayor celebran 12 de vaquillas", proclama. Él, como alcalde de Arnes, llevó a la Generalitat a los tribunales para que el correbou volviera al pueblo, tras ocho años prohibido. Mientras, lo celebraron al otro lado del río, "que ya es Teruel".
En cualquier caso, tanto el PSC como CiU admiten el debate y se plantean dar libertad de voto a sus diputados. El portavoz de los nacionalistas, Oriol Pujol, reveló ayer que a algunos diputados -entre los que se incluye- la idea de prohibir los toros les "genera adhesión". "Pero esto no es unánime en todo el grupo. Deberemos debatirlo", dijo Pujol, y concluyó que "muy probablemente" se acabará dando libertad de voto. Fuentes del PSC apuntan en la misma línea, conscientes de la diversidad de opinión que hay en su grupo parlamentario. No decidirán hasta que llegue la hora. Otro interrogante es si el voto será o no secreto.
Queda otra pregunta pendiente: ¿cuándo tendrán los partidos catalanes que meterse en este debate?, ¿cuál es el calendario? La normativa sobre las iniciativas legislativas populares (ILP) determina que a partir de la presentación del mínimo de 50.000 firmas, debe recontarlas de nuevo -ya las ha verificado el Instituto Catalán de Estadística- la Comisión de Control del Parlament. Proclamado oficialmente que se han recibido, se reúnen la Mesa y la Junta de Portavoces y abren plazo de presentación de enmiendas a la totalidad. Será en septiembre. Desde entonces el calendario depende de la voluntad política de los portavoces de los grupos, de cuándo decidan incluirlo en el orden del día de un pleno para que se celebre el debate a la totalidad, justo el trámite que ayer pasó la ILP sobre transgénicos. Cataluña ha legislado con anterioridad sobre los toros. En 1988 prohibió la construcción de plazas y posteriormente vetó la entrada de los menores de 12 años a las corridas. La fiesta de los toros recibió otro golpe en 2004, cuando Barcelona se declaró "ciudad antitaurina".
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