Banda no tan ancha
Llevo un tiempo viendo, leyendo y oyendo a Ana Rosa Migoya, consejera de Administraciones Públicas y portavoz del Gobierno del Principado de Asturias, insistir en que van a llevar la banda ancha de Internet a todos "los municipios asturianos de más de mil habitantes donde no llegue la red privada", antes de 2011.
Como ya llevo tanto leído, y visto, y oído, ya no sé qué pensar. Al principio me alegré; nadie duda hoy en día de que el servicio de Internet es tan básico y necesario como la electricidad, el teléfono, las farolas en las calles o el agua corriente, indicador y síntoma de desarrollo y civilización. Pero ahora ya no sé si alegrarme o aburrirme.
Verán por qué: yo vivo en Irrondo de Besullo, una aldea de unos 30 habitantes colgada en una montaña de Cangas del Narcea, en Asturias. Cangas tiene más de mil habitantes y claro, banda ancha, pero ya está, la tienen en Cangas. Aquí, en la montaña, nos ofrecen una conexión por satélite que, a la que te descuidas la velocidad se reduce tantísimo que tardas menos en bajar a Cangas a comprar el periódico (una hora, más o menos, ida y vuelta) que esperar a que se cargue la portada de EL PAÍS.
Este servicio es ofrecido por una empresa privada, con que ya no podemos decir que "no llega la red privada". Así que yo quiero saber si ésta es la banda (no tan) ancha que promete la Migoya, o si va a haber una de verdad, que también somos ciudadan@s asturian@s y, en definitiva, españoles como los de cualquier otra ciudad. Así que, si no es el Principado, alguien en las instituciones estatales tendrá que garantizar que todos en este país tengamos los mismos derechos y la misma posibilidad de acceso a los servicios básicos, porque en Irrondo, en San Romano, en Besullo, en Las Avelleras o San Pedro de las Montañas sólo tenemos acceso (y a qué precio) a una banda no tan ancha.
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