Las 'Fogueres' más tranquilas

Tres millones de euros se quemaron anoche en las calles de Alicante. Eso es lo que han constado los 184 monumentos de cartón y madera que se han ido consumiendo hasta altas horas de la madrugada en la tradicional Nit del Foc que se ha celebrado en cada uno de los 91 distritos festeros. Más de 700 personas, entre bomberos y policías, trabajaron hasta pasadas las tres de la madrugada para controlar la cremà. Junto a la Foguera del Ayuntamiento, las primeras en arder fueron cinco de categoría especial, así como las de la Rambla y Paseo de Gómiz.

Las fiestas de este año han sido de las más tranquilas que se recuerdan; las fechas no han sido las más propicias para atraer a visitantes de la provincia, ya que han caído entre semana, y la crisis también ha mermado la participación en actos. Aunque la práctica del botellón ha hecho furor entre los más jóvenes en la zona de la playa del Postiguet y en Canalejas. Las comisiones de las Fogueres han ahorrado en sus presupuestos, sobre todo en las de categoría especial.

La Policía Local se incauta más de 200.000 petardos ilegales

El Ayuntamiento calcula que estos cinco días de fiesta habrán generado unos ingresos en negocios de unos cuatro millones de euros. Además de los tres millones que han costado los monumentos, los festeros se han gastado otros siete millones en pirotecnia, música, iluminación y flores. Los hoteles han alcanzado una ocupación media del 85%.

La ausencia de citas electorales ha contribuido a la tranquilidad de las Fogueres. Los políticos tan asiduos ante la cercanía de las urnas se han dejado ver poco este año. La ausencia más notoria ha sido la del presidente de la Generalitat, Francisco Camps, que no acudió a ningún acto oficial. La presencia del resto del Consell ha sido más bien discreta. El secretario del PSPV, Jorge Alarte, estuvo dos días, y ayer, por sorpresa, acudió a la mascletà el ex presidente de la Generalitat, Eduardo Zaplana, arropado por todo el séquito de seguidores, con el presidente de la Diputación, José Joaquín Ripoll, al frente. El público aplaudió la llegada de Zaplana. La última mascletà que disparó ayer Pirotecnia Martí, SL, de Burriana, defraudó al público, ya que un fallo electrónico interrumpió el disparo del tramo final. Con un público dividido, la responsable de la pirotecnia, Reyes Martí, visiblemente afectada, solucionó el problema técnico y, pese a la interrupción, minutos más tarde se disparó lo que quedaba.

La alcaldesa, Sonia Castedo, que ha vivido las primeras Fogueres en el cargo, mostró su satisfacción por la "normalidad y afluencia" de gente a todos los actos. El principal incidente, más allá de las características intoxicaciones etílicas y quemaduras, fue a explosión el martes a las 21.40 de dos bidones de acetileno por unos petardos que dispararon unos jóvenes en un descampado del barrio Ciudad de Asís. La explosión originó un incendio en este solar donde se realizan trabajos del AVE. El incidente interrumpió entre 60 minutos y hora y media el tráfico ferroviario en Alicante. Cuatro trenes de largo recorrido y dos de cercanías se vieron afectados.

Por otro lado, a falta de datos definitivos, las Fogueres han vivido un cerco a la venta ilegal de material pirotécnico. Hasta el martes la Policía Local se incautó de más de 200.000 petardos ilegales. El repunte obedece a que por primera vez hay una brigada especial con siete personas dedicadas a estas tareas inspectoras. "Estamos muy contentos porque la venta ilegal no tiene control y crea mucha inseguridad a quienes les venden los petardos", aseguró el concejal de Seguridad, Juan Seva.