Una hija del dueño de Forever Young trabajó para Correa
El juicio por el despido del sastre José Tomás dejó a las claras las estrechas relaciones del propietario de Forever Young, Eduardo Hinojosa, con empresarios de la trama Gürtel. Relaciones que Hinojosa intentó diluir, pero que quedaron en evidencia por las declaraciones de los testigos.
Hinojosa reconoció a regañadientes que conocía al jefe de la trama corrupta, Francisco Correa, a Álvaro Pérez, El Bigotes, y a Pablo Crespo, el segundo de Correa. Les conocía "de una comida que me montó Tomás". Después, admitió que una hija suya había trabajado en una empresa de Correa. Tomás, fuera del juicio, puntualizó que la hija de Hinojosa estuvo un año como becaria en Easy Concept, una de las empresas de la trama Gürtel.
Hinojosa negó haber estado con ellos en las subastas de cuadros y otros objetos que organizaba en un local, aunque precisó que ellos podrían haber asistido, pero no con él. Sin embargo, el testimonio de Antonio del Fresno, el ex directivo de una de las sucursales que admitió haber puesto en las facturas "tejidos o metros de tela" a petición de Álvaro Pérez o Crespo, no dejó lugar a dudas: "Yo le he visto con Álvaro en las subastas, departiendo allí, hablando. Las subastas se hacían en el Paseo de La Habana. A Álvaro le gustaban mucho los relojes. Era un cliente importante".
La magistrada Pilar Varas, que se estrenaba ayer en su primera jornada como juez de lo social de Madrid, se topó con el juicio de año, plagado de periodistas y de decenas de cámaras a la entrada del edificio. Procede de la jurisdicción de Toledo pero es una veterana que llevó el juicio con paciencia -tres horas en lo social no es frecuente- y con autoridad. Ahora es ella la que tiene la palabra.
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