Un guardia civil, acusado de espiar a sus compañeros a través de un ordenador

Espiar a sus compañeros de la Unidad de Información de la Guardia Civil de Lleida, a través de un programa informático instalado en el ordenador de la oficina, le puede acarrear al agente Ricardo G. P. dos años de prisión y 6.480 euros de multa si el tribunal de la Audiencia de Lleida que le juzgó ayer llega a la convicción de que cometió un delito de descubrimiento y revelación de secretos.

El fiscal acusa a Ricardo G. P. de instalar en uno de los ordenadores de su unidad el programa informático Perfect Keylogger. Se trata de un programa malicioso diseñado para capturar claves y contraseñas que permitió presuntamente al acusado obtener entre el 7 de noviembre y el 26 de diciembre de 2006 lo que sus compañeros teclearon en el ordenador, realizando capturas de las imágenes y de las páginas visitadas, con lo que pudo acceder no sólo a documentos operativos internos, sino a claves de acceso a cuentas de correo electrónico personales o de banca electrónica, y a conversaciones privadas de Messenger.

El caso se destapó en diciembre de 2006 cuando un agente observó que el ordenador iba muy lento por el programa supuestamente instalado por el acusado. Éste aseguró que no lo instaló y que había al menos 15 personas que tenían acceso al ordenador. "No soy un experto en informática y sé lo básico para navegar por Internet", señaló.

Ricardo G. P. lleva dos años y medio apartado del servicio. Anteriormente ganó un pleito en la Sala de lo Militar del Tribunal Supremo por un arresto indebido. Su abogado alegó ayer vulneración de derechos fundamentales y solicitó la libre absolución por falta de pruebas objetivas. "Mi cliente está acusado porque un compañero dijo que era el que más sabía de informática en la unidad, y el conocimiento no debería ser nunca un motivo de culpabilidad", agregó el letrado.