La temporada más feliz de Messi

La autorización para participar en los JJ OO fue el mayor estímulo para el argentino

Leo estaba algo raro, reconocen al hacer memoria varios veteranos del staff del Barça. En la pretemporada, en Saint Andrews, hubo quien lo atribuyó a la ausencia de Ronaldinho y Deco, pero no tenía sentido; en el grupo seguía Sylvinho, quien desde el primer día estuvo a su lado y la relación de Messi con el resto de los futbolistas siempre fue muy buena. Además, la llegada de Piqué debía reconfortarle, que por algo se conocían desde que La Pulga llegó al fútbol base. El caso es que Messi estaba como indiferente, serio... Así que Guardiola le pilló por banda: Sólo quiero que seas feliz. Dime qué necesitas y haré lo posible. Quiero ir a Pekín, a los Juegos Olímpicos, contestó. Guardiola convenció a Joan Laporta y Messi se fue a China en agosto. Ganó el oro y algo más: Empezó a sonreír. Ahí empezó su año más feliz, reconoce Jorge, su padre.

MArcó más goles que nunca (38), no se lesionó y jugó como un 'número uno'

Ha sido feliz como nunca, explica. Si era lo que Pep quería, se salió con la suya, reitera Jorge Messi. No sé, yo le he visto muy contento... Creo que lo hemos conseguido, admitió Pep antes de viajar a A Coruña para cerrar la temporada, consciente de que la clave para que La Pulga pudiera hacer felices a los barcelonistas era que antes lo fuera él. Pep le ha tratado como un entrenador trata a un futbolista y como un hermano mayor o un amigo más joven, dicen quienes viven el día a día de la relación entre Guardiola y Messi, a los que a menudo se les ha visto comer juntos.

Podría parecer que, dado el rendimiento del equipo, ha sido fácil conseguir que Leo disfrutara de un año sin igual, pero no es así. Messi ha estado preocupado por la salud de un familiar todo quedó en un susto y ha empezado una relación sentimental. En esos momentos, Pep siempre estuvo a su lado, reconocen en el club. Como ahora: pese a no jugar la Copa Confederaciones, tiene fiesta hasta el final de julio para que disfrute de vacaciones, lo que no pudo hacer el año pasado.

Txiki Begiristain tiene la prueba del algodón para saber si es feliz: Si al verte te vacila, está contento; si hace que no te ve y mira para otro lado, es que algo le pasa. Leo se ha pasado el año vacilándome a mí y a cualquiera con el que se ha cruzado.

Me lo he pasado bárbaro, ha reconocido el argentino tras ganar Liga, Copa y Champions y convertirse en el máximo goleador (38 goles en 51 partidos). Sólo estando feliz y satisfecho se puede jugar al fútbol como él, sostiene Xavi. Puyol certifica: Ha sido feliz, pero también le ha visto enfadado. ¡No sabe cómo se pone cuando no gana!.

Aunque tímido, Leo ha asumido su papel en el vestuario. Desde que se puso el 10, sabía que estaba dando un paso adelante, asumen. Lo ha dado con naturalidad. Es el mejor y punto, avisa Iniesta. Piqué añade: Desde que le conocí con 14 años, siempre ha sido igual. Nunca se ha creído el mejor, pero siempre ha sabido que todos le consideramos el mejor.

Hay detalles que advierten que el mejor es un tipo sencillo. Los responsables de material le reconocen como el crack con menos manías de la historia del club. Si no tiene unas botas, se pone otras; si te olvidas de los guantes y tiene frío, juega sin guantes; le da igual dónde sentarse en el vestuario visitante... No pide nada, dicen. Sí, la pelota, vaya bien o mal el partido, concluye Xavi. Leo ha marcado más goles que nunca y jamás se había lesionado tan poco, síntomas de su felicidad.