El mitin de los tres amigos

El PSOE puso fin anoche a su campaña electoral al Parlamento europeo en Andalucía con la vista puesta en la participación del próximo domingo. Es una preocupación que se repite cada convocatoria electoral en los últimos años, convencido de que la abstención es su principal adversario, más allá de las siglas del PP, el principal partido de la oposición.

Los tres dirigentes socialistas que cerraron ayer campaña en un hotel de Sevilla no sólo son destacados referentes del PSOE. También y además son amigos: Felipe González, Manuel Chaves y José Antonio Griñán. Los tres alertaron contra la desmotivación del electorado socialista frente al del Partido Popular. Según el presidente de la Junta, el votante de izquierdas se "arruga", mientras el de derechas responde como un reloj ante el único mensaje que, según él, recibe del PP: "Votar contra el PSOE". De ahí que Griñán calificara la abstención como una decisión demócrata, pero poco inteligente.

"No se pude volver a una senda de un mercado sin reglas", dijo González

También el presidente federal del PSOE y secretario general de los socialistas andaluces, Manuel Chaves, mostró su temor por una baja participación el 7 de junio que implicaría la formación de un Europarlamento de derechas que pondría en riesgo la política social de tantos años. Tanto Griñán, como Chaves, como González insistieron en que las decisiones que se aprueban en el Parlamento de Estrasburgo afectan a la vida de todos, ya que el 80% de las leyes europeas tienen luego su traducción en la legislación española. De ahí la importancia, dijo, Chaves de "no dejar a Europa en manos de esta gente del PP como Mayor Oreja situado en la moral ultraconservadora".

El mayor afecto del millar de personas presentes en el mitin lo recibió, como pasa siempre en Sevilla, Felipe González. El ex presidente en una amplia intervención se extendió en las razones de la crisis global "en el que más paga es el que menos tiene" y advirtió que sólo hay dos maneras de salir de la crisis: o de una manera progresista o de una forma ultraconservadora y de extrema derecha. "No se pude volver a una senda de un mercado sin reglas", dijo González, quien también dedicó un capítulo a la crítica contra el Partido Popular y su candidato, Mayor Oreja, por la oposición a la ampliación de la ley del aborto. "Yo respeto a los que no quieren la ley, pero no respeto a los que estuvieron ocho años en el Gobierno y no la cambiaron por un puñado de votos, ¿dónde estaban las convicciones morales?".

El ex presidente del Gobierno aseguró que Mayor es uno de los diez eurodiputados más "perezosos", que sólo interviene para criticar al Gobierno español o "para defender" el régimen de Franco. "No quiero a eso en Europa y a eso que hay detrás de eso", enfatizó.