Deber de votar y derecho a opinar
El 80% de las leyes y la normativa española (y la de todos los Estados miembros de la UE) son traspuestas directamente de directivas y reglamentos europeos, que son de obligado cumplimiento.
Toda esta normativa resulta de un proceso de toma de decisiones triangular (Comisión-Consejo-Parlamento) que implica un vaivén de propuestas y enmiendas que en el caso de Parlamento Europeo son debatidos largamente y votados por los más de 700 eurodiputados en las sesiones plenarias mensuales en Estrasburgo.
Esto significa que una composición del Parlamento más de derechas o más de izquierdas, más de mercado o más social, más verde o más euroescéptico, afectará, y mucho, el tenor de las directivas y reglamentos que salen aprobados.
Muchas veces nos quejamos de que Europa y sus decisiones nos quedan lejos, pero cada cinco años se nos brinda una oportunidad de oro para influir en estas decisiones. No la desaprovechemos: participemos en las elecciones europeas ejerciendo nuestro derecho a opinar. Y si no lo hacemos, no nos quejemos luego de lo que pasa.
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