Nueva Rumasa puja por la planta de Leche Pascual

El futuro de los 155 trabajadores de la planta que Leche Pascual tiene en el municipio lucense de Outeiro de Rei continúa siendo incierto, pero presenta menos nubarrones que hace un mes, cuando la patronal presentó un ERE de extinción de contratos para toda la plantilla.

Nueva Rumasa negocia la compra de esta factoría y Leche Pascual ha cedido en sus pretensiones iniciales. Así se lo ha transmitido el comité de empresa a los trabajadores durante una asamblea celebrada en la tarde de ayer. La plantilla, inicialmente, no acepta la propuesta con la que regresaron el comité y su abogado, Alberte Xullo Rodríguez Feixoo, de la última reunión que mantuvieron con los comisionados de Pascual el miércoles en Benavente (Zamora).

En dicha reunión, la tercera desde que se planteó el ERE, la patronal se mantuvo inflexible en sus planteamientos iniciales, luego solicitó un receso y, al regreso del mismo, planteó una solución alternativa. Consiste en aceptar que el expediente sea temporal, durante cuatro meses, para un tercio de la plantilla; lograr bajas incentivadas para otra parte, y el resto quedaría afectado por la extinción de sus contratos.

Nuevas reuniones

Ahora se abre un nuevo periodo de negociaciones, que arrancará el 12 de junio, cuando el comité trasladará una contraoferta a un ERE que ya fue informado negativamente por la Xunta al Ministerio de Trabajo, al entender que no está justificado en ninguno de los razonamientos de la empresa.

Además, la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, también trasladó al comité de Pascual el compromiso de velar por sus intereses.

Pese a la negativa de la plantilla a aceptar la oferta que del comité, su presidente, Pedro Neira, valoró de forma "positiva" el cambio que se ha producido en las negociaciones. "Hasta ahora no habían cedido en nada y, por lo menos, han dado un paso que dará lugar a nuevas negociaciones", concretó.

Fue el propio presidente quien confirmó las negociaciones con Nueva Rumasa. "La noticia la recibimos hoy (por ayer) y ya nos comentaron que los trabajadores no son ningún problema", concretó Neira, que recalcó la "gran solvencia" de la empresa. "La intención era deshacerse de la plantilla, porque la factoría demuestra que es rentable", concluyó.