Alkarbide no cederá sus cargos y apela a una separación "civilizada"

Los dirigentes del sector crítico de Guipúzcoa escindidos de Eusko Alkartasuna (EA) quieren emprender "una separación civilizada", según afirma uno de los máximos representantes de Alkarbide, la nueva marca elegida para su andadura separada. No piensan plantear batalla por las sedes ni por los bienes, pero tampoco están dispuestos a renunciar a sus cargos públicos. Van a conservar los cuatro diputados forales, los siete representantes en las Juntas Generales y seis alcaldías de municipios de Guipúzcoa. La escisión deja a EA descabezada en esta provincia y con una representación testimonial en sus instituciones. Por contra, media docena de miembros de la ejecutiva de EA en Guipúzcoa -entre ellos Pello Urizar-expresaron ayer "su compromiso" de trabajar por el partido al tiempo que defienden la "intachable trayectoria ética" de su formación en la defensa de todos los derechos humanos.

La marcha reforzará la alianza de los críticos con el PNV en la Diputación

Miembros del sector escindido vcn una "gran liberación" en su salida

El grupo liderado por Iñaki Galdos, la principal voz discordante con la línea oficial en EA, decidió el lunes por la noche en Zarautz abandonar este partido e iniciar su andadura política en solitario. Agrupados bajo la denominación Alkarbide (camino común), una comisión gestora comenzará los preparativos para fundar un nuevo partido político. Con él pretenden articular "un movimiento de ámbito nacional, abertzale, democrático y socialdemócrata"; precisamente, las mismas señas de identidad que recogen los estatutos de EA y que el sector escindido considera que han sido "traicionados" por la política que ha seguido en los últimos tiempos las actual cúpula. Quieren concretar los postulados ideológicos y formalizar los trámites constituyentes "sin prisa", dejando que la militancia y los simpatizantes "hagan la digestión poco a poco", de forma que su presentación oficial pueda producirse antes de finalizar este año.

Las desavenencias entre ambos bandos vienen de lejos. Se rebajó la tensión tras el último congreso, en el que Unai Ziarreta fue elegido presidente y se incorporó a miembros críticos en la Ejecutiva nacional, pero volvieron a reavivarse las hostilidades cuando los ediles de Zumaia aceptaron los votos de ANV para alcanzar esta alcaldía y votaron en Azpeitia a los radicales para que lograran dirigir este ayuntamiento. La decisión de la dirección de no revalidar la coalición electoral con el PNV y apostar decididamente por la vía soberanista, con la gran debacle electoral en los últimos comicios vascos de por medio, acabaron por romper las relaciones hasta hacerlas "irreconciliables".

Los críticos ya venían preparando su salida de la formación, como lo prueba su decisión de inscribir Alkarbide como nueva formación en el registro de partidos políticos del Ministerio del Interior. Eso ocurrió el pasado 14 de mayo, casi tres semanas antes de anunciar su marcha de EA. En la documentación de constitución de Alkarbide figuran como promotores Iván Ugarte Herrarte, Garbiñe Iglesias Arana y Xanet Arocena Múgica. Su domicilio social se encuentra en el barrio donostiarra de Añorga Txiki. Según reconoció un portavoz de Alkarbide, un día después, el 15 de mayo, se registró el dominio de Internet www.alkarbide.com a nombre de Jabier Otermin Zelaia, miembro de la Ejecutiva guipuzcoana de EA y uno de los firmantes de la declaración del sector crítico que anunciaba la ruptura.

Representantes de Alkarbide admitieron ayer que irse de EA ha supuesto "una gran liberación", al poner fin a "muchos meses de tensión" entre dos bandos que han vivido "demasiado tiempo con vidas paralelas". "Produce un poco de vértigo, pero no quedaba otra solución. No eran los mejores compañeros de viaje", aseguró a este diario uno de los asistentes a la reunión del lunes por la noche en Zarautz donde se fraguó la escisión.

La nueva fuerza política actuará en adelante "con más libertad de movimientos", sostienen sus impulsores, lo que supondrá reforzar su alianza de gobierno en la Diputación guipuzcoana con el PNV y establecer en adelante una relación preferente con este partido. Sus siete junteros en Guipúzcoa se adherirán a Alkarbide y apuntalarán la estabilidad del gobierno foral, a pesar de que el PSE aprovechó ayer la oportunidad para pedir explicaciones sobre la repercusión que tendrá la escisión de EA en la Diputación. Los críticos seguirán gobernando en Zarautz, Astigarraga y otros municipios pequeños donde se presentaron con candidaturas independientes. La línea oficial de EA, mayoritaria en localidades como Azpeitia, Mondragón y Soraluze, sólo mantendrá las alcaldías de Zumaia y Deba. En el consistorio donostiarra se da la circunstancia de que, de los dos ediles, uno es de EA y otro de Alkarbide.