Clive Granger, Nobel británico de Economía
Revolucionó el modo de analizar los datos y las tendencias
El economista británico Clive Granger, que revolucionó el modo de analizar datos económicos como el PIB, los precios y las importaciones, falleció el 27 de mayo en San Diego (California) a los 74 años. El diario británico The Guardian informó de que un tumor cerebral acabó con su vida. Fue uno de los grandes especialistas mundiales en econometría, que estudia los fenómenos económicos mediante las matemáticas y la estadística. Esto ayuda a anticipar las tendencias económicas y facilita la toma de decisiones a políticos, banqueros y empresarios.
Nacido en Swansea (Gales) en 1934, se doctoró en la Universidad de Nottingham y llegó en 1974 a la Universidad de California en San Diego, donde desarrolló casi toda su carrera de profesor e investigador y ayudó a formar uno de los equipos de econometristas más prestigiosos del mundo. En 2003 fue galardonado con el Premio Nobel de Economía junto a su colega Robert Engle por el desarrollo de nuevos métodos de análisis de series temporales de datos económicos para pronosticar mejor las tendencias de la economía o los mercados financieros. Así, ambos cambiaron para siempre el modo en que los economistas calculan y construyen modelos macroeconómicos. Hoy es casi imposible trabajar con series temporales de datos económicos sin inspirarse en sus modelos.
Antoni Espasa y Esther Ruiz, profesores de la Universidad Carlos III de Madrid, escribieron en 2003, con motivo del Nobel, que su contribución más notoria fue la invención de la cointegración, que define la relación de dependencia entre series de datos que tienen tendencias similares por la existencia de factores comunes. Por ejemplo, entre las importaciones y la renta nacional: ambas crecen al mismo tiempo y en la misma medida, y por ello están cointegradas.
Para explicar la cointegración, se usa el ejemplo del borracho y su amigo sobrio. Mientras el borracho camina dando tumbos, su amigo le sigue de cerca allá donde va para que no se haga daño. Visto aisladamente, el amigo camina al azar, pero al observarlo junto al borracho, su trayectoria se vuelve predecible. Ambos marchan cointegrados. A él también se debe el concepto de "causalidad en el sentido de Granger", que sirve para determinar empíricamente si una variable precede a otra.
Su trabajo se aplica además en campos tan diversos como la biología y la ingeniería. De hecho, creó un modelo que pronostica la deforestación en la selva amazónica. En 2004 recibió el título de caballero de manos de la reina Isabel de Inglaterra. Con ironía británica, escribió una vez: "Un profesor le dijo a mi madre que yo jamás tendría éxito. Ello muestra la dificultad de hacer pronósticos a largo plazo utilizando datos inadecuados".
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