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AL CIERRE
Columna
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La idea de que...

Un tipo joven con barba, corpulento, sale a escena y con una vehemencia casi terrorífica, agitando los brazos como aspas de molino, plantado sobre sus robustas piernas y fingiéndose escandalizado aunque sin dejar de sonreír, dice o más bien grita (cito de memoria, el lector puede ver en la Red, buscando la palabra "Ultrashow"): La idea de que el monstruo de Amstette dentro de unos años, como es natural, obtendrá algún permiso penitenciario -habrán pasado muchos años de sus crímenes y será muy viejo, pero se le tendrá que dejar salir, claro-, y Jordi González le invitará a La Noria es una cuestión de humanidad, y el monstruo de Amstette entrará en el plató de La Noria y Jordi González, que será viejísimo porque habrán pasado muchos años, pues dirá: querido público, vamos a recibir al monstruo de Amstette para que nos explique su visión de lo ocurrido en su casa, la casa del horror, donde, como recordarán ustedes, tuvo encerrada a toda su familia durante largos años y las iba violando... Y el público del plató verá entrar al invitado de esa noche y dudará, qué hacemos, no vamos a ser desagradables, hay que aplaudir... la idea de que todo el plató lleno de gente aplaudirá al monstruo de Amstette, que sonreirá tímidamente... sí, habrá que aplaudirle, no seremos maleducados...

En fin, es sólo una de las que Miquel Noguera llama Ideas, que engarza una detrás de otra sin solución de continuidad y siempre empezando con ese grito de guerra la idea de que... unas ideas más delirantes, otras simplemente divertidas, unas más acertadas que otras aunque todas logradas. Con ellas arma esos ultrashows que lo han convertido en un artista de culto y uno de los cómicos en los que el humor tiene una función emancipadora, próxima, diría, a una poesía brusca, de estirpe surrealista, pero, como en el caso del monstruo de Amstette que acabo de comentar, también a la realidad contemporánea y a sus espejismos. El otro día ofreció un ultrashow en la capilla del Macba, y uno de estos días repite con un nuevo texto. Es un espectáculo mesmerizante, que te agarra por el cuello desde los primeros gritos y ya no te suelta. Es asombroso, energético y divertidísimo.

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