Los precios se estancan en la eurozona por primera vez desde su creación
El indicador adelantado de Bruselas refleja una tasa interanual nula en mayo
Los principales bienes y servicios que consumen los ciudadanos de la zona euro no se encarecieron en los últimos 12 meses. Es la primera vez desde que se constituyó el área donde impera la moneda única (1999) que la inflación desaparece de la serie que elabora Eurostat, la oficina estadística de Bruselas. Según el avance que publicó ayer, el índice armonizado de los Dieciséis, que sintetiza la evolución de los precios en la eurozona, muestra una variación nula (0%) en tasa interanual.
La evolución de la zona euro ya venía anticipada por el dato alemán: la primera economía europea, que suma una cuarta parte del PIB de los Dieciséis, entró en territorio negativo en mayo, según datos adelantados el jueves. Del mes pasado a este, el escalón en la variación interanual de los precios es significativo. En la eurozona se pasa del 0,6% al 0%, en Alemania del 0,8% al -0,1%, y en España del -0,2% al -0,8%.
El índice español queda por debajo de la media por sexto mes consecutivo
El presidente del BCE mantiene que la inflación volverá en unos meses
Buena parte de ese desnivel entre abril y mayo, que se confirmará en otros países europeos conforme vayan saliendo más datos, se debe al comportamiento del mercado del crudo. La cotización media del petróleo este mes se queda casi a la mitad (43 euros frente a 79) de la que alcanzó en mayo de 2008. Ese factor también explica en gran medida que el diferencial de precios respecto al promedio europeo lleve ya seis meses a favor de la economía española, más dependiente de las importaciones de productos energéticos.
Pero el petróleo, con ser la clave del descenso de precios en la comparación interanual, no es la única explicación. De hecho, el repunte del crudo en los últimos días (ayer superó los 46 euros por barril) ha desbaratado las previsiones de los expertos, que sin embargo acertaron con su pronóstico sobre el índice general. Es decir, la caída de precios se ha extendido a otros bienes y servicios, un claro síntoma de la fragilidad de la demanda en los primeros meses de este año, en los que la recesión golpeó con mayor dureza.
Con esta perspectiva, emergen las dudas sobre si la zona euro está al comienzo de un periodo prolongado de deflación. El Banco Central Europeo (BCE) cree que esa posibilidad es "remota". Y su presidente, Jean Claude Trichet, se apresuró ayer a reafirmar la doctrina de la autoridad monetaria, que espera una recuperación gradual a partir de otoño hacia niveles de inflación cercanos al 2%, el objetivo que el BCE considera compatible con la estabilidad de precios a largo plazo.
"Las expectativas de inflación han sido excepcionalmente resistentes a las alzas de precios inesperadas a corto plazo, y nos hemos asegurado de que también es el caso de los descensos bruscos de la inflación", aseguró Trichet en un discurso pronunciado en Marraquech (Marruecos). "Las expectativas están firmemente ancladas a niveles consistentes con la estabilidad de precios", insistió. Ese análisis es el que ha llevado al BCE a dosificar los recortes de los tipos de interés, ahora en el 1% (la Reserva Federal dejó el tipo del dólar en el 0% ya a finales del año pasado). Y a sumarse más tarde que otros bancos centrales a medidas extraordinarias para dar liquidez a los bancos, como la compra de bonos por 60.000 millones de euros que el propio Trichet anunció en el último consejo de gobierno de la institución.
La portavoz de Asuntos Económicos de la Comisión Europea, Amelia Torres, mantuvo también que los precios, en la comparación interanual "se darán la vuelta" después del verano -el petróleo tocó techo en julio del año pasado- y reiteró que es una situación temporal. Pero algunos expertos empiezan a discrepar. "La economía global está aún muy deprimida y el mayor riesgo es la deflación", aseguró ayer Stephen King, economista jefe del banco británico HSBC.
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