Recuperar una vanguardia olvidada

Visitar la exposición Escrito está, un recorrido exhaustivo sobre la poesía experimental en España que mañana se inaugura en el museo Artium de Vitoria, deja en el interesado cierta sensación de nostalgia. Las obras expuestas mantienen en buena parte la fuerza que ofrecían cuando se compusieron entre los años sesenta y ochenta, sobre todo. Mas también se advierte el paso del tiempo, marcado por la regresión política y la imposición de las nuevas tecnologías. En cierto modo, lo recordó ayer el director del Artium, Daniel Castillejo, al definir la muestra como una recuperación de las prácticas de vanguardia que desaparecieron con la llegada de la posmodernidad al arte y las prácticas neoliberales a la política.

El comisario destaca de las obras su "utopía como motor de cambio"

En los primeros ochenta, la llegada al poder de Thatcher y Reagan y la caída del muro de Berlín actuaron como un contundente mazazo contra cualquier apuesta utópica. Y en las formas, las nuevas tecnologías también influyeron en la pérdida de interés por el libro objeto, el poema visual o la creación lírica sonora. La muestra, comisariada por Fernando Millán, merece una visita sosegada y permite comprobar la combinación de lírica y artesanía que recorre buena parte de las obras, sin olvidar el apunte reivindicativo o de provocación.

Escrito está reúne aportaciones de casi 300 autores, más de 200 de ellos españoles, y supone la primera revisión exhaustiva del hecho cultural durante los últimos años del franquismo y la transición a la democracia. Los planteamientos teóricos y estéticos de estas obras residen, como indica Millán, en "la utopía como motor de cambio y transformación; la radicalidad como sistema vital y guía de las producciones estéticas y la transgresión como fórmula para superar las contradicciones vitales, culturales y sociológicas".

La exposición se distribuye en seis estancias. Las tres primeras (A, B y C) tienen un planteamiento en gran medida cronológico y muestran la historia de la neovanguardia de los años sesenta y la poesía experimental de los setenta a través de obras, documentos, fotografías, libros y revistas, entre otros objetos.

Los espacios D, E y F, con un enfoque más formal, recogen una selección de piezas relacionadas con la poesía experimental. En la primera de ellas, el espectador puede contemplar 50 poemas experimentales en una edición digital especialmente desarrollada para esta exposición. A través de las pantallas se accede a destacados ejemplos de poesía visual, poemas sonoros y poesía textual. El espacio E exhibe ejemplares de poesía sonora, de poemas-objeto y libros-objeto y de poesía-acción. Finalmente, la estancia F acoge obras de autores españoles y extranjeros cuya relevancia viene dada por su participación en exposiciones internacionales de poesía experimental.

Escrito está se completa con una biblioteca y una sala de cine. En esta última se pueden visionar algunas películas de aquellos años, caracterizadas también por la abstracción y las transgresiones estéticas.