Tapones para los oídos en el Primavera Sound
El ruido y la vuelta de los noventa abren el festival
Recibir unos tapones para los oídos a la entrada de un festival de rock puede sonar conservador. O tan sensato como distribuir preservativos en la inminencia de una orgía. Tal ofrecimiento se debió anoche a los legendarios muros de guitarras de My Bloody Valentine, plato fuerte de la jornada inaugural del Primavera Sound. Así, con un "póntelos, tío", recibió ayer a sus asistentes (se esperan 70.000 en tres días) el certamen que abre la temporada de festivales.
La cita se mostró, desde luego, plena de ruido. Sobre todo, con Lightning Bolt, dúo kamikaze de rock de vanguardia que sonó brutal, brillantísimo. E incluso en medio de tamaña ceremonia del desconcierto, los algodoncitos fluorescentes permanecieron ausentes de las orejas. La masa que recibió hacia las 22.00 a Yo La Tengo, elegantes miembros de la clase media del rock. Ofrecieron un juicioso ejercicio de delicadeza; cumplen 25 años y los invitados fueron la nación indie española que echó los dientes con su rock a la Velvet Underground hace casi 20 años y hoy confía a sus primogénitos de meses a la guardería del festival.
A ratos, de hecho, parecían los años 90. Ira Gliter, cantante con órgano, lució en el escenario grande como el negativo de Joe Crepúsculo, gran esperanza blanca del pop español. Lástima que su concierto, amedrentado aunque voluntarioso, coincidiese con el de Yo La Tengo. Los 90 dominaron con su encanto nihilista. También fue el turno de los contumaces Jesus Lizard y The Vaselines, que trajeron fotos del viaje qué les llevó de ser el mejor peor grupo de pop del mundo a convertirse en un solvente combo de rock. O de la banda francesa de fashion pop Phoenix. Cierto, entonces solo estudiaban en el liceo, pero ayer firmaron un concierto sin reproches.
El siglo XXI había empezado a ponerse interesante con el declinar del sol y en el escenario comisariado por Pictchfork, web estadounidense y boletín oficial de todas las cosas del rock de vanguardia. De momento, se apuntaron el tanto de haber programado a las mujeres, las chicas y el hombre más alto del mundo. De la sucesión de recitales ofrecidos por las bandas Women, Girls y The tallest man on earth, brillaron los segundos. Dos gemelos rubios de melena y contundentes maneras de ese indie rock estadounidense que promete grandes cosas en este festival.
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