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El Ayuntamiento de Valencia debe a proveedores más de 50 millones

El gobierno local reconoce facturas por 79,8 millones de años anteriores

Sara Velert

Valencia

A principios de año, había recibos en los cajones por 130,5 millones

La limpieza y conservación del alcantarillado de Valencia generó en 2005 un gasto de más de 1,7 millones de euros. Las facturas por ese servicio, que realizaron varias empresas, han estado guardadas en un cajón hasta ayer. El pleno municipal, que preside la alcaldesa, Rita Barberá, aprobará este viernes el quinto expediente de reconocimiento extrajudicial de créditos y obligaciones, lo que equivale a regularizar recibos de gastos que en su momento no tuvieron cobertura presupuestaria y ahora se libran al cobro, como el caso del alcantarillado. El expediente, que ayer aprobó la comisión de Hacienda, saca a la luz 579 facturas por 37,8 millones de euros. Algunas se remontan a 2005, aunque la mayoría son de 2006 a 2008.

El Ayuntamiento ya ha reflotado este año facturas atrasadas por 79,8 millones de euros. No obstante, aún debe reconocer otros 50,7 millones de euros que quedaron pendientes de pagar en ejercicios anteriores. El gobierno local no discute ese gasto, pero la maquinaria para liquidar a los proveedores, empresas de servicios y concesionarias que giraron las facturas no se pondrá en marcha hasta que se incluyan en un nuevo expediente de reconocimiento. El interventor municipal se queja ejercicio tras ejercicio de que se realizan gastos que ya de entrada no tendrán respaldo presupuestario, pero al final debe admitirlos. Mientras tanto, se guardan en un cajón, como ha denunciado reiteradamente el concejal socialista Juan Ferrer.

Ahora ha llegado el momento de abrir esos cajones, lo que "clarifica" la situación contable del Ayuntamiento, en opinión de Ferrer. Lo ha propiciado un cambio de normativa que ha creado la llamada cuenta 413, en la que deben figurar de forma transparente todas las facturas que no se satisfacen en el ejercicio al que corresponden. De esta forma, a 31 de diciembre de 2008, en la cuenta 413 del Ayuntamiento de Valencia figuraban gastos pendientes de pago por 130,5 millones de euros, de los que ya se han regularizado 79,8 millones de euros este año. Para saldar al menos parte de esa deuda, el consistorio pidió un crédito en marzo por 32 millones de euros, ha realizado modificaciones presupuestarias y recurrirá a remanentes de tesorería. Ayer mismo, la concejalía de Hacienda aprobó una modificación que incluye 48 millones que servirán en parte para aliviar la deuda con proveedores.

El gobierno local ha arrastrado de curso en curso millones de euros en gastos que no podía cubrir sin endeudarse más, de modo que proveedores y también entidades mixtas a las que se pagan tasas (para el agua o la basura) han prestado su dinero al Ayuntamiento. "El PP, ante la imposibilidad de incrementar todavía más el endeudamiento con los bancos, ha recurrido al artificio contable de la deuda comercial, dejando de pagar a tiempo a sus proveedores", afirmó Ferrer. Eso sí, lo ha hecho a cuenta de un alto interés por demora del pago, añadió el concejal. Con la crisis económica, los afectados han tocado a la puerta del consistorio para cobrar, lo que ha obligado al gobierno municipal a reaccionar.

Con la nueva regulación para las facturas pendientes, la situación será "correcta" desde el punto de vista contable, pero a juicio de la oposición no está claro "cómo pagará el Ayuntamiento" lo que debe porque "cada vez gasta más y ahorra menos". "Y presupuesta mal sus ingresos", añadió Ferrer, quien pidió un cambio en la gestión que evite que al final los recibos regresen al cajón del olvido. El PP no quiso pronunciarse sobre las facturas pendientes.

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Sobre la firma

Sara Velert
Redactora de Internacional. Trabaja en EL PAÍS desde 1993, donde ha pasado también por la sección de Última Hora y ha cubierto en Valencia la información municipal, de medio ambiente y tribunales. Es licenciada en Geografía e Historia y Máster de Periodismo UAM-EL PAÍS, de cuya escuela ha sido profesora de redacción.

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