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Reportaje:

Una guerra entre divas

Anna Wintour y Oprah Winfrey, a la greña por unos kilos de más

Es la batalla de las divas de los medios. La reina de las revistas de moda ha atacado a la emperatriz de la televisión. La élite contra el pueblo. Anna Wintour ha osado criticar a Oprah Winfrey. Es el Armagedón del papel cuché.

En 1998, Wintour, directora de Vogue, la mujer que levanta y hunde carreras en el mundo de la moda con una llamada de teléfono, decidió que Winfrey podría aparecer en la portada de su revista. En fragmentos descartados de una entrevista concedida al programa 60 minutes, colgados en la página web de la cadena de televisión CBS, dice: "Fue una sugerencia amable. Fui a Chicago [desde donde se emite el programa diario de Winfrey] a visitar a Oprah y le sugerí que sería una buena idea perder un poco de peso".

La estrella televisiva ha pasado de 72 kilos en 2004 a más de 90 en 2008
La editora de 'vogue' no contrata a nadie que supere la talla 36

"Sólo le dije que se sentiría más cómoda. ¡Lo hizo de maravilla!". Aunque todavía no ha reaccionado de forma oficial, fuentes cercanas a Winfrey han revelado su descontento. La diva de la televisión vive una larga guerra contra el aumento de peso, y en los últimos meses se ha puesto unos kilos de más. En la portada de enero de su revista, O, aparecían dos fotos de ella. Una, de hace cuatro años, cuando pesaba sólo 72 kilos. Otra, de 2008, con más de 90 kilos. "Es por culpa de llevar una vida desequilibrada", decía la diva en aquel número. "Demasiado trabajo, poco tiempo libre, falta de tiempo para relajarse".

Y ahora irrumpe Wintour, la mujer que inspiró a la pérfida Miranda de El diablo se viste de Prada; la editora que, según la leyenda, no contrata a nadie que supere una talla 36; para reafirmar que sí, que Oprah tiene un problema de peso. En la misma entrevista, en los mismos segmentos descartados que han aparecido en la Red, dijo sobre un reciente viaje al Estado de Minnesota, parte de la América profunda e industrial: "Sólo puedo describir, de forma amable, a las personas a las que vi como pequeñas casas. Y es que creo que hay una epidemia de obesidad en Estados Unidos".

Que a Oprah le gusta la buena mesa no es un secreto. Es, muchas veces, una parte central de su programa. En una de sus recientes emisiones, vistas por unos nueve millones de personas, regaló cupones que se podían cambiar por dos trozos de pollo asado en la cadena Kentucky Fried Chicken. Aquello creó un verdadero chickengate. La demanda de ese alimento fue tan elevada que la empresa tuvo que cancelar la promoción, provocando todo tipo de protestas e incluso manifestaciones espontáneas.

Anna Wintour y Oprah Winfrey, en un desfile.
Anna Wintour y Oprah Winfrey, en un desfile.AFP

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