Aguirre desgrava la compra de viviendas nuevas

Esperanza Aguirre, presidenta regional, desgranó sus "grandes medidas" económicas para sobrellevar la crisis ampliando la información sobre ellas y buscando el contraste con los planes anunciados en el pasado debate del estado de la nación por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. El paquete de iniciativas elaboradas por el gabinete de Aguirre, convertidas en anteproyecto de ley, se enviará hoy al Consejo Económico y Social como paso previo a su definitiva aprobación. En algunas se advierte un desafío al Gobierno central, al que avisó: "No vamos a pagar los 500 euros del plan del automóvil que nos pide Zapatero porque no creemos en ello y porque no nos lo ha dicho antes a los madrileños".

La presidenta critica a los sindicalistas "liberados" de la Administración

La primera medida en orden cronológico y de importancia que desgranó la propia Aguirre es el aumento en un punto del tramo autónomico de la deducción por compra de vivienda nueva. Pasa del 5% al 6%. Un anuncio enrevesado que se sustancia en una media de ahorro de 60 euros anuales para los compradores. "Es muy importante porque en Madrid hay tremendos problemas para vender casas y eso, además, afecta a otras empresas auxiliares, como las de los electrodomésticos", explicó la presidenta, que en varias ocasiones consultaba la terminología precisa con González, su vicepresidente: "¿Cómo es esto, Nacho?". La nota de la Comunidad se demora en la comparativa con los anuncios gubernamentales: "Nuestra medida contrasta con la de Zapatero de eliminar la deducción de vivienda para las clases medias". Aguirre también se detuvo en remarcar las diferencias: "A nosotros no nos gustan las ayudas directas", comentó.

Las anunciadas rebajas, principalmente, atañen al Impuesto de Actividades Económicas. La Comunidad elimina su parte de esta tasa (el 20%), lo que según sus propias estimaciones le supondrá dejar de recibir unos 35 millones de euros.

La tercera "gran medida" es la de devolver el 20% del impuesto de matriculación, "que en realidad no se llama así, pero todo el mundo lo entiende", explicó la presidenta. El Gobierno regional, a través de su Consejería de Hacienda, hará un cheque en el momento de la compra del vehículo, "incluidas motos", para devolver la tasa. En total, se han dispuesto ocho millones de euros para ello. La medida estará, en principio, en vigor hasta el 31 de julio. Sin embargo, este compromiso, en la práctica, sólo favorece a los coches más caros. Por ejemplo, de un gran turismo de más de 50.000 euros devolverán 1.500 euros, pero de un utilitario normal, poco más de 100 euros. Además, la medida beneficia a los automóviles más contaminantes, como reconocieron en su día desde la Consejería de Economía: "Puede que prime a los más contaminantes, pero en crisis hay prioridades".

"A la vista de esas cantidades, cabe deducir que el estímulo fiscal que implica para la economía madrileña será poco significativo", fue la reflexión de Adolfo Piñedo, responsable socialista en la Asamblea de Economía.

Pero no fueron los únicos anuncios de la presidenta, que amenazó velada, y no tan veladamente, a los sindicalistas liberados de la Administración: "Hay que hacer una reflexión sobre si tiene sentido en una época de grandes dificultades económicas que haya gente que no hace las cosas para las que fue formado", comentó la presidenta, que aún fue más allá: "Los ciudadanos no entienden que se dediquen a otros trabajos, por llamarles de algún modo, o a la agitación".