Y ahora, chapuza con Eurovisión

Segundo rapapolvo en cadena para TVE, aunque este último ha pasado más inadvertido que la omisión del himno nacional y los abucheos durante la final de la Copa del Rey. El jueves a las 21.00, La 2 debía emitir en directo la segunda semifinal de Eurovisión, en la que se jugaban el pase a la final 19 países, para lo que se contaba con el televoto del público español. Sin embargo, a la hora prevista, en La 2 los tenistas Verdasco y Mónaco disputaban el segundo set de su partido del Abierto de Madrid. Ni rastro de Eurovisión. Como tampoco lo había en la web de RTVE, que también debía emitir la semifinal (por problemas técnicos empezó media hora más tarde, cuando ya habían actuado seis representantes). En la Red, los seguidores del festival echaban humo: "Es una vergüenza". "¿Cómo se supone que tenemos que votar si no podemos ver el festival?". "TVE no se toma esto en serio; así quedamos como quedamos".

Fuentes del Ente Público explicaron ayer que su contrato con el Abierto de Madrid le obliga a emitir los partidos en uno de sus canales generalistas, motivo por el que no pudo pasar dicha eliminatoria en Teledeporte, uno de sus canales temáticos, como sugerían muchos espectadores.

A las 22.05, tras la victoria de Verdasco, La 2 emitió la semifinal de Eurovisión en diferido, lo que impidió a los espectadores votar, cosa que hizo por ellos el jurado de TVE. Las normas de la Unión Europea de Radiodifusión (UER) obligan a los cinco países que pasan directamente a la final -España, Francia, Reino Unido y Alemania (sus mayores inversores), así como Rusia, el país anfitrión- a emitir en directo una de las semifinales, excepto fallo técnico. Al contrario de lo que temían los seguidores de Soraya, el incidente no ha provocado la expulsión de la extremeña, que actuará, como estaba previsto, la última en la final.

Así están las cosas por España. Mientras tanto, Rusia sigue dándolo todo para que Eurovisión 2009 deje boquiabierto al resto del mundo. El coste de la 54 edición del certamen se cifra en 31 millones de euros. Todo es a lo grande, empezando por el estadio que acogerá la gala, el Olympiysky de Moscú, construido para los Juegos de 1980.

Del lado del espectáculo también han tirado por lo alto: la apertura corre a cargo del Circo del Sol y durante la final habrá una conexión en directo con la Estación Espacial Internacional.

Pero que los brillos no nos impidan ver la polémica. Las autoridades de Moscú han anunciado que no permitirán a los homosexuales rusos celebrar una marcha reivindicativa durante el festival, que tiene muchísimo tirón entre el público gay.