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Reportaje:Abierto de Madrid

"Es muy rápido de ojos"

Nadal explota al máximo la lectura que hace del juego de los grandes adversarios

Andy Murray grita sapos y culebras: "¡Cuántos fallos!". Miles Maclagan, uno de sus entrenadores, le corrige: "¡Mírale! ¡Está en una posición defensiva! ¡Debes dar un paso adelante". El que está así es Rafael Nadal, con quien comparte el entrenamiento. La escena confronta dos formas de entender el mismo trabajo. Murray es un tenista científico, rodeado de preparadores y tecnología. "Hay gente que tiene a sus rivales en el ordenador", resume Toni Nadal, tío y técnico del número uno. No su pupilo, que mezcla un mucho de patrones con un bastante de intuición. "Ve muy bien la jugada porque es muy rápido de ojos", dice de él Àlex Corretja; "tiene el tenis en el cerebro. Es extremadamente rápido en sus pensamientos. Lee la jugada igual que alguien sentado en el sofá. Lo ve a 40 grados y después de tres horas corriendo". Es la gran virtud de Nadal, que ayer debutó en el Abierto de Madrid ganando con facilidad al austriaco Jürgen Melzer por 6-3 y 6-1.

"Tiene el tenis en el cerebro", dice Corretja del balear, ganador ayer de Melzer
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"Aquí", cuenta Toni, "le digo: 'Tienes que ser mucho más agresivo. La pista no da para más. Cuando la pelota viene tan rápida, cuando te bota tanto, no puedes estar igual que en Montecarlo, donde tienes más tiempo'. Aquí, las bolas se descontrolan más".

La agresividad también se puede marcar desde el banquillo. "¡Vamos, Rafael!", grita Toni contadas veces durante un partido. ¿Hay una señal secreta tras sus ánimos? ¿Es coincidencia que, tras cada grito, Nadal saque en un alto porcentaje hacia el mismo sitio? "Cuando se lo digo", comenta, "es porque quiero que se concentre mucho, que pierda dos segundos, que se tense un poco más. No hay trucos, pero sí cosas que sabemos que debemos hacer".

Ésta es la lista. El calentamiento, mucho más largo de lo normal: "Muchos alucinan con eso, pero lo hago cuando no termino de sentir bien la pelota", dice Nadal. La raqueta, tensada medio kilo más de los habituales 25 para contrarrestar la altura, se cambia más o menos cada ocho juegos para evitar roturas del cordaje. El ritual de la toalla: Nadal siempre se seca los brazos entre saque y saque; suele subirse los calcetines, colocarse el pelo, botar la pelota; no son gestos inocentes; las pausas le permiten respirar, plantear el punto; hay quien dice que esa táctica le fue impuesta cuando era un precipitado chico de 16 años que debutaba contra los mayores; Toni no está de acuerdo: "Al final, el que juega es él. A medida que ha pasado años aquí dentro, se ha calmado, ya no tiene el ímpetu de cualquier joven".

Tres observaciones sobre los otros tres mejores. Roger Federer: "Sabemos que tiene un revés más flojo que el drive", dice Toni; "la idea es muy clara: jugar tu golpe bueno contra el malo del rival". Andy Murray: "Cuando juega contra Rafael, es más agresivo que contra los demás. ¿Cómo jugarle? Haciendo el punto en seis o siete golpes. Fuerte y largo. Si no, te entra y domina el juego". Novak Djokovic, el gran adversario sobre tierra, que pierde un altísimo porcentaje de sus dejadas contra el español: sus gestos le traicionaron; da el revés a dos manos y la dejada con una; Nadal, que hoy (20.00, La 2) juega contra el alemán Kohlschreiber, intuye el golpe según le vea o no separar la mano; "también", concluye Toni, "porque hace algunas dejadas cuando está cansado de jugar; en la final de Roma hubo una en la que su cabeza no aceptó que Rafael le hubiera devuelto una bola más; la hizo por estar harto". El efecto Nadal.

HOMBRES: 2ª ronda: R. Nadal-J. Melzer (Aut): 6-3 y 6-1. J. Blake (EE UU)-I. Karlovic (Cro.): 6-7 (4), 6-4 y 7-6 (4). P. Kohlschreiber (Ale.)-M. Cilic (Cro.): 6-1, 6-7 (5) y 7-6 (2). N. Djokovic (Ser.)-Ó. Hernández: 6-3 y 6-3. J. Mónaco (Arg.)-D. Ferrer: 6-4 y 6-4.

MUJERES: 2ª ronda: A. Bondarenko (Ucr.)-S. Kuznetsova (Rus.): 6-3 y 6-2. Octavos: V. Azarenka (Bie.)-P. Shuai (Chin.): 6-4 y 6-1.

Rafa Nadal, en una devolución forzada ante Jürgen Melzer.
Rafa Nadal, en una devolución forzada ante Jürgen Melzer.EFE

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