"Sarkozy ha depreciado la palabra política"
El socialismo francés, dividido por las luchas internas y desgastado por el avance de los movimientos anticapitalistas, atraviesa uno de sus momentos más difíciles. Ségolène Royal, de 55 años, es la política más popular del partido a pesar de que ha caído notablemente en las encuestas en los últimos meses. La ex candidata presidencial, y posible aspirante para los comicios de 2012, asegura en una entrevista efectuada ayer en Atenas que la izquierda europea necesita tener un proyecto fuerte para los ciudadanos europeos. "Hemos de difundir que otras políticas son posibles aparte de la derecha", asegura.
Cuando se le pide su opinión sobre el papel que desempeña Carla Bruni como primera dama de Francia, contesta que sólo habla de política. Royal, que fracasó en su intento de convertirse en la secretaria general del Partido Socialista en noviembre pasado, participó por la tarde en el Congreso Internacional sobre la Socialdemocracia organizado en la capital griega por los diarios To Vima y EL PAÍS.
Pregunta. ¿En qué situación se encuentra la socialdemocracia en Europa?
Respuesta. Hay una gran paradoja. Las ideas de la izquierda, del socialismo, son las dominantes en la actualidad. La intervención del Estado, la exigencia de reglas, la demanda de protección y justicia social, el compromiso con las inversiones éticas, la demanda de retornos fiscales... Pero la derecha es mayoría en Europa. Los valores de la izquierda se corresponden con el corazón de la población europea y tenemos que poner todos los medios para transformar esas palabras en acciones concretas, porque la derecha se quiere adueñar de esas palabras pero mantiene su política tradicional.
P. ¿En qué se equivoca la izquierda para que, pese a todo, esté en minoría en Europa?
R. La socialdemocracia debe tener un proyecto europeo, situarse en la vanguardia en iniciativas económicas, difundir que otras políticas son posibles aparte de la derecha y, sobre todo en el contexto actual, la izquierda debe lanzar propuestas concretas para una gobernabilidad real de la Unión Europea. Hoy en día hay problemas con la gobernabilidad de la zona euro. No vemos respuestas lo suficientemente fuertes y convergentes, sobre todo en las reglas para los bancos y los planes de estímulo económico.
P. El Partido Socialista francés está, sin embargo, más dividido que nunca, y algunos dicen que usted va demasiado por libre. ¿Cómo les puede perjudicar esta situación en las próximas elecciones presidenciales?
R. Será en las primarias donde se elegirá al candidato para las presidenciales. No sé qué pasará, no lo puedo adivinar. Mientras tanto, hay que trabajar, presentar un proyecto de izquierdas que contrarreste el nefasto balance de las políticas de Sarkozy.
P. Hace dos años que Nicolas Sarkozy llegó al poder. ¿Por qué el balance es tan malo, en su opinión?
R. No ha cumplido su principal promesa. Dijo que los franceses iban a trabajar más para ganar más, pero hay más paro, los pobres son más pobres, las clases medias están perdiendo poder adquisitivo, y además hay problemas en las universidades y los hospitales públicos. Hay dos elementos particularmente graves: la palabra política se ha depreciado y hay un gran conflicto social.
P. En pocas semanas hay elecciones europeas, pero se prevé que la participación sea muy baja. ¿Qué expectativas puede tener la izquierda?
R. Sobre todo, espero que haya mucha participación. Europa tiene que explicar los beneficios que tiene estar unidos, ser más solidarios, para protegernos mejor de la crisis económica. Europa es una institución demasiado abstracta y debe ganar en realidad, en proximidad.
P. Tras más de 100 días en el poder, ¿sigue siendo una entusiasta de Barack Obama?
R. Por supuesto. Él ha reconciliado al pueblo norteamericano consigo mismo, ha hecho de mediador ante la comunidad internacional y ha afrontado con determinación la crisis económica.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.